madrid. La pasada semana La Caixa dio una noticia poco habitual entre las cajas: se lanzará a abrir sucursales propias en el exterior e, incluso, se plantea la compra de una entidad extranjera. Una medida poco apoyada por el Banco de España, que durante años a mostrado su rechazo a que las cajas sigan a los bancos en su salida al exterior para diversificar el negocio. Sin embargo, el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, sí que se muestra favorable a este viaje internacional del sector, aunque ayer pidió que se haga "con prudencia y no frívolamente". Y se preguntó "por qué las cajas no van a diversificar riesgo país entrando en otros países próximos". Según Quintás, las cajas llevan tres décadas expandiendo su actuación, tanto en segmentos, como en territorio, por lo que la decisión de salir al extranjero "se puede llevar a cabo siempre que no se haga de forma baladí". A vueltas con el anuncioLa polémica campaña publicitaria de las cajas, que tendrá una segunda fase dentro de quince días, sigue dando que hablar en el sector. Ayer le tocó el turno al diputado del PP Eugenio Azpiroz que, en una mesa redonda sobre la responsabilidad social corporativa de las cajas organizada con la CECA, comparte que este sector "ponga en valor" su obra social, porque muchas otras entidades, que dedican menor presupuesto a esta labor, la publicitan más. Con estos argumentos, rechazó las declaraciones del director general de Caixa Catalunya, Josep María Loza, en una entrevista en elEconomista, en las que mostraba su desacuerdo con que las cajas publiciten su obra social. No obstante, el diputado del PP apuntó que "no está bien la ostentación y no hay que hacer campañas publicitarias de forma constante en el futuro". La campaña de las cajas, que en total costará tres millones, pone en evidencia a los bancos frente a las cajas, que dedican una parte de su beneficio a obra social.