singapur. Volar a todo lujo, ésta es la receta de Singapore Airlines para hacer rentable el negocio de un sector en crisis como es el de la aviación comercial. Mientras brotan como setas aerolíneas de bajo coste -tan bien conocidas como low cost- y otras muchas registran pérdidas millonarias y coquetean incluso con la quiebra, Singapore Airlines logra computar beneficios año tras año pese al alza del precio del petróleo y pese a los ingentes costes de la seguridad. El año pasado, el grupo singapurense facturó un total de 6.670 millones de euros, mientras sus beneficios antes de impuestos alcanzaron los 831 millones de euros. ¿Cuál es el secreto de su éxito? Básicamente, consiste en disfrutar de una sólida posición en el segmento premium - la gran clase- y apostar decididamente por el mercado corporativo.Para muestra, un botón. Esta semana la aerolínea asiática presentó las nuevas cabinas de pasajeros que debutarán próximamente en las rutas intercontinentales de sus nuevos aviones Boeing 777-300ER; y cuando estén listos también en los esperados y espectaculares Airbus A380. Gracias al desembolso de 360 millones de euros, los citados aviones serán un paraíso para los viajeros más refinados y exigentes. Aquellos que vuelen en primera clase podrán disfrutar de unos asientos convertibles en cama de 89 centímetros de ancho, lo que los convierte en los más espaciosos de cualquier aerolínea comercial actual.No son muy distintos los asientos de la clase business, cuya anchura alcanza los 76 centímetros nada menos. Los acabados de las cabinas han sido diseñados por la prestigiosa marca de moda francesa Givenchy.El entretenimiento, gracias a nuevas pantallas de alta resolución de entre 10 y 23 pulgadas, es sencillamente arrollador: 900 opciones de películas, televisión, música y radio; 130 tipos de juegos; y distintas aplicaciones de office -de la firma norteamericana Sun Microsystems- y acceso a puertos USB para discos duros en cada asiento, además de acceso a corriente eléctrica. "Introducimos una gama de productos que supera cualquier expectativa del viajero más sofisticado. Para ello, la intervención de nuestros pasajeros frecuentes en todo el proceso desde la conceptualización hasta las pruebas de los prototipos ha sido clave. Nos han dado una perspectiva muy valiosa sobre lo que buscan y quieren los pasajeros", explicó Bey Soo Khiang, vicepresidente de Singapore Airlines.Además de British Airways, otras aerolíneas que operan en Asia-Pacífico (donde la IATA estima que el tráfico de pasajeros crecerá un 6,8 por ciento al año hasta 2009) como Emirates o Cathay Pacific, han optado también por atacar con toda la artillería el mismo nicho premium, esto es, el viaje corporativo y el cliente de negocios. En Singapore Airlines, de hecho, el 40 por ciento de su facturación total la representan sus ventas en la primera clase y en business. Para que cuadren los números, canjea unos precios de venta sensiblemente más caros que la media a cambio de un servicio que no se puede encontrar en la competencia. Esa es clave. Viajes más carosCon todo, la línea aérea del pequeño país surasiático admitió que las lujosas cabinas de pasajeros, que forzará la reducción del 20 por ciento de asientos para garantizar la comodidad, supondrá el incremento de los precios de los billetes entre un 10 y un 20 por ciento. "El precio aumentará. Pero gracias a la mejor calidad, lujo, confort y espacio extra que ofrecerá el nuevo producto, valdrá la pena el incremento", aseguró Huang Cheng Eng, responsable de márketing.