El grupo de autopistas recurre ante un tribunal de Lazio el primer veto y se pronuncia contra el cambio tarifarioMADRID. Abertis ha cambiado de estrategia. Tras meses de silencio, la concesionaria catalana ha decidido pasar al ataque. ¿Qué ha cambiado? Todo. Por una parte, Europa le ha dado la razón. El miércoles, la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, tachó de ilegal el veto que impuso el Gobierno italiano a la fusión de Abertis con Autostrade. Además, advirtió que ningún Estado puede introducir cambios legales que afecten a una concentración europea.Un auténtico dardo contra Antonio Di Pietro. El ministro de Infraestructuras transalpino ha propuesto modificar el actual marco tarifario de las concesiones y limitar al cinco por ciento los derechos de voto de las constructoras en el capital de las concesionarias. La segunda medida golpea directamente a ACS, que controlará le 12,5 por ciento del futuro grupo fusionado. La primera, echa por tierra la actual ecuación de canje y puede arruinar la fusión con Autostrade.Sin embargo, las palabras de Kroes llevaron a Di Pietro a agachar las orejas. El miércoles, el juez del caso Manos Limpias modificó sus planes: eliminó los límites al derecho de voto y rebajó el tono del nuevo marco tarifario. En otras palabras, allanaba el camino para consumar el matrimonio de las autopistas.Fortalecida por el cambio de acontecimientos, Abertis ha decidido pasar a la acción. La concesionaria ha dicho a Bruselas que sigue sin estar conforme con la modificación del cambio tarifario. Además, por primera vez en mucho tiempo, ha hecho públicos sus planes. "Abertis ha notificado a las autoridades de la UE que las modificaciones propuestas por el Gobierno italiano al artículo 12 del Decreto Ley que acompaña a la Ley Presupuestaria italiana para 2007 no aportan cambio significativo alguno en relación a la redacción inicial de este decreto", escribe la compañía, que reconoce estar mucho más tranquila que hace 48 horas. Un discurso que también mantiene Autostrade.Con el terreno allanado, ambas empresas han decidido atacar los pocos flecos que todavía quedan sueltos. En concreto, se oponen al carácter unilateral y retroactivo del cambio tarifario. Ambos grupos están dispuestos a negociar y sellar todo tipo de acuerdos con el Ejecutivo italiano. Pero quieren que los acuerdos sean pactados por las dos partes, no impuestos por una sola.Con este cambio de estrategia, Abertis también se posiciona ante el próximo pronunciamiento de Charlie McCreevy. El comisario de Mercado Interior tiene en sus manos abrir un expediente a Italia por la nueva normativa italiana. Y todo apunta a que se pronunciará en contra del país transalpino.Además, Abertis y Autostrade han denunciado ante un tribunal de Lazio el veto de Italia a su fusión. Se trata de un mero trámite administrativo, para evitar cualquiera problema en el futuro.