El sector vasco de automoción es una de las actividades más dinámicas de la industria vasca que se encuentra en niveles récord de facturación, rentabilidad y empleo. Los datos del clúster sectorial Acicae apuntan a un volumen de negocio de 16.454 millones y una plantilla global de casi 80.000 personas, en que la mitad está en el extranjero, repartidas por las 270 fábricas que tienen en el exterior. Para apuntalar este crecimiento, el nuevo reto radica en la necesidad de captar nuevo personal formado y preparado para las nuevas exigencias de la fabricación avanzada. A mitad ya de curso, ¿cómo va el sector este año? Estamos muy contentos porque la tendencia es creciente, las previsiones se están cumpliendo e, incluso, creemos que superando. En marzo dijimos que íbamos a crecer por encima de la economía, entonces hablamos de un ritmo de un 3,4 por ciento… Creemos que lo vamos a superar, pero no puedo dar datos, ya que hasta octubre no tendremos los resultados de la encuesta entre nuestros asociados. Sorprende las llamadas de alerta de Acicae sobre la falta de personal para la industria. ¿Se mantiene esta tendencia? Sí. Somos un sector global y en crecimiento. También crecemos aquí, por lo que somos un sector empleador y necesitamos atraer gente, talento y personal formado. Desde Acicae y desde el centro avanzado AIC estamos haciendo un esfuerzo enorme por atraer a los jóvenes, de tal manera que cuando se produzca el relevo generacional que se avecina, podamos continuar manteniendo los niveles de competitividad que tenemos actualmente. Así, este año hemos desarrollado dos programas piloto, pioneros, con niños de entre ocho y 12 años; y con jóvenes de unos 22 a 24 años. Los resultados han sido muy buenos y creemos que les daremos continuidad e incluso que podríamos potenciarlos. ¿En qué han consistido? Uno ha sido un campamento con niños de entre ocho y 12 años, un summer camp en inglés, en el que mientras juegan van aprendiendo, en este caso a construir un coche. Así, divirtiéndose podemos ir acercándoles hacia la Industria, para que vean lo que les puede ofrecer. El otro proyecto ha ido dirigido a jóvenes de entre 22 y 24 años, que están en últimos cursos de formación o en postgrados. Ha sido un Programa de Inmersión, experiencial, para que conozcan y valoren la industria de automoción. Durante una semana han visitado empresas, fábricas, unidades de I+D, visto modelos de estrategia y liderazgo, etc. Eso es inversión de futuro, aunque en la actualidad también necesitan personal. ¿En qué disciplinas existen las mayores carencias? Hay carencia de personal, por ejemplo, en troquelería, matricería, en los que se necesitan muchos años para lograr personal experto. Estamos tratando de crear modelos que permitan acortar el proceso de formación. En el AIC nosotros y varias empresas tienen allí academias de formación especializada. Hablan de atraer a los jóvenes, pero ¿no sería posible el reciclaje profesional de trabajadores de más edad o desempleados? También estamos haciendo programas de formación con desempleados. Precisamente acabamos de terminar una iniciativa piloto, en colaboración con los Ayuntamientos de Amorebieta y Ermua y la Diputación Foral de Bizkaia, para formar a una veintena de parados de larga duración en técnicas de estampación. En esta primera edición, que acaba de terminar, algunos ya se han colocado en empresas.