El SRB contrató a un asesor para valorar el banco como paso previo al rescateLa Junta Única de Resolución europea (SRB) contrató hace una semana a un experto independiente para que calculara el valor del Popular, un paso necesario para poder abordar la resolución de la entidad española. El banco que hasta el miércoles presidió Emilio Saracho empezó precisamente hace una semana a presentar los primeros síntomas de su debilidad, justo el día en que las agencias recogieron unas declaraciones de la presidenta del SRB, Eike König, en las que afirmaba que la institución vigilaba el banco y estaba preparada para intervenir si no era capaz de cerrar una venta. Ese mismo día el SRB matizó las palabras de König, y afirmó que esa vigilancia es su labor habitual y se extiende a toda la banca europea. Sin embargo, tuvo un efecto nulo en los mercados, que ya descontaban el fracaso del proceso de venta y empezaban a dar posibilidades a la intervención. Los preparativos para realizarla siguieron con más intensidad a partir del sábado, según aseguran fuentes del Frob, y se requirió a la entidad datos del proceso de venta que tenía en marcha para poder apoyarse en ella en caso de que hubiera que actuar en el Popular. A pesar de estos preparativos, y del evidente deterioro del Popular, no se interviene hasta la noche del martes, siendo lo habitual que este tipo de actuaciones se realice el fin de semana. La tesis del Frob, la institución que en España ejecuta las resoluciones del SRB, es que solo actúa cuando una entidad es inviable y el sábado el Popular aún no lo era. El SRB actúa a instancia del BCE, aunque en ocasiones también puede hacerlo de oficio. Sea como fuere, la pérdida de depósitos fue tan rápida que el martes se agotó toda la liquidez, condenando la entidad a la intervención y venta que tuvo que cerrarse en tiempo récord, ya que el Popular no hubiera podido abrir las sucursales el miércoles. El criterio principal para escoger a la entidad compradora era, según el Frob, el precio, para maximizar el valor de la transacción. La oferta del Santander ascendió a un euro e incluía la exigencia de que se amortizaran CoCos y subordinadas. Según el informe del experto independiente, recibido previamente en el SRB, el banco tenía un valor negativo de entre 2.000 millones y 8.200 millones de euros, según se contemplara un escenario central o estresado, por lo que estaba fundamentado que esas pérdidas se cubrieran por accionistas y tenedores de deuda. Uno de los objetivos de la intervención, además de evitar inestabilidad en el sistema financiero y la factura del salvamento para el contribuyente, era proteger los depósitos, especialmente los de las personas físicas. Según los datos que maneja el Frob, a fecha de 5 de junio, el volumen de depósitos del Popular ascendía a 60.347 millones. De ellos, estaban garantizados, al ser menores de 100.000 euros, 30.725 millones de euros de personas físicas y otros 3.500 millones de pymes. A final de marzo, los depósitos del Popular ascendían a 77.000 millones. Sin embargo estas cifras no son comparables, ya que en la contabilidad del banco se incluyen diferentes instrumentos, como repos, que no pueden considerarse, desde el punto de vista de gestión, como depósitos, por lo que la fuga fue menor de 17.000 millones. En todo caso, la retirada de fondos fue suficiente para que el Popular se tornara inviable por falta de liquidez.