José Rolando Álvarez conoce de primera mano el esfuerzo que supone sacar adelante un proyecto empresarial. Su trayectoria lo acredita: convirtió una pequeña compañía familiar en un gigante de la prestación de servicios. Ahora, al frente de la Confederación de Sociedades de Garantía se ha convertido en el adalid de la financiación de las pymes. ¿Qué supone para España ser anfitriona de un encuentro europeo de los sistemas de garantía? Es una gran oportunidad para reflexionar sobre un problema muy importante a nivel europeo: hay millones y millones de pymes sin financiación como consecuencia de la normativa del Banco Central Europeo, que trata de proteger la solvencia de las entidades financieras y que está dejando sin financiación operaciones empresariales pequeñas pero viables y solventes. España ocupa una de las vicepresidencias de AECM ¿El futuro de la financiación de las pymes se encuentra en Europa? Está claro que uno de los focos principales de financiación para las pymes tiene que estar en Europa. Es la tercera prioridad del Plan Juncker y es evidente que al ser un problema europeo es Europa quien tiene que allegar la solución. Estamos ante una falla del mercado, que no cubre la financiación de estas pymes viables, y por tanto se necesitan ayudas europeas, tanto de la Comisión como del Fondo Europeo de Inversiones o incluso del propio Banco Europeo de Inversiones. La solución está en Europa pero también está en nuestro país. Los PGE tienen que contemplar ayudas tanto para la Compañía Española de Reafianzamiento (Cersa) como para las propias SGR. Hablando de presupuestos, este año no son muy generosos con el sistema nacional de garantías. El presupuesto que tenemos para Cersa en los PGE se reduce prácticamente a la mitad respecto a años anteriores. Eso es una mala noticia porque va a tener menos recursos para financiaciar a las pymes. Comparando los diferentes sistemas. ¿Qué ventajas destacaría del sistema español? Su cercanía a las pymes. Tenemos una capilaridad importante en todo el territorio español, hay casi 700 personas trabajando en las SGR y eso nos da un conocimiento del tejido productivo que nos hace tener, entre otras cosas, una morosidad relativamente baja y una proximidad muy importante a la hora de asesorarlas para asegurarnos de que la financiación que obtienen no es solo la mejor, sino también la adecuada para su proyecto. ¿Se está desaprovechando a las sociedades de garantía en España? Yo creo que sí. Tenemos una solvencia de casi el 15 por ciento, algo que nos puede permitir casi doblar nuestros créditos a las pymes sin aportar ni un solo euro. También es porque no se nos conoce y se nos usa demasiado poco. ¿Por qué llamar a la puerta de una sociedad de garantía? Se van a encontrar a alguien que conoce su proyecto empresarial, que comprende sus necesidades de financiación, que está dispuesto a ayudar, a asesorar, a entender el problema que tiene y a ofrecerle la solución que necesita. El sistema de garantías, con Cersa como piedra angular, es la solución para esa pequeña empresa o ese autónomo que necesita la financiación necesaria para seguir con su actividad. El pasado año lograron un avance importante del 13 por ciento en la actividad de las SGR. ¿Qué perspectivas tienen para este año? Esperamos crecer también en torno al 15 por ciento. Es evidente que aún es insuficiente y necesitamos crecer más deprisa y para ello es muy importante el apoyo de los PGE y el conocimiento de la opinión pública del sistema de garantías. El empleo es el gran reto. ¿Cómo pueden contribuir a ese objetivo las sociedades de garantía? Pues verá: al cierre de 2016, las 19 sociedades de garantía que engloba Cesgar contaban con unos 122.000 socios, que tenían operaciones vivas en todas las comunidades. Pues bien, a través de sus proyectos se mantienen en torno a 600.000 puestos de trabajo. Sin duda el empleo -el desempleo para ser exactos- es el gran problema nacional. Y, según nuestro último informe de Financiación a la Pyme, si las empresas tuvieran financiación, se podrían impulsar 564.000 puestos de trabajo más. ¿Imagina lo que supondría eso? Que esos empleos servirían, como una cadena de vasos comunicantes, para proyectar muchísima más actividad. Le aportaré otra reflexión: la operación media que financia una SGR se sitúa en el entorno de 90.000 euros a devolver en siete años. Eso sirve para que una familia viva… ¿no cree que el Estado debería tener más en cuenta a las SGR? Hemos estado cinco meses sin Prespuesto Generales del Estado. ¿afecta la situación política a la financiación? Claro que afecta. La inversión pública está parada y eso frena el crecimiento de la economía.