El parisino torneo de Roland-Garros -que, junto al Abierto de Australia, el Campeonato de Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, conforma el Grand Slam de tenis- ha comenzado esta semana y coincide con el reciente nombramiento, el pasado mes de febrero, del nuevo presidente de la Federación Francesa de Tenis (FFT), Bernard Giudicelli. El presupuesto de este año para el torneo asciende a 230 millones de euros, una cifra que, en cambio, no supone más que una inversión segura, pues como explica Giudicelli en una entrevista para el diario económico francés Les Echos, el torneo genera el 80 por ciento de los ingresos de la FFT. Además, su presidente añade que "la economía de Roland-Garros excede el negocio clásico e incluye lo cultural". Y es que la competición se ha convertido en una marca histórica que incluye hasta un museo en el que existirán renovaciones que verán la luz en el año 2019, llevando a cabo una revalorización de las fotografías, libros y objetos expuestos. En cuanto a la competición, donde todas las apuestas auguran una nueva victoria del tenista español Rafael Nadal -que conseguiría su décimo título en Roland-Garros- Giudicelli reconoce que "el modelo francés no es ganador; debemos mejorar nuestro juego". Como explica Giudicelli, bajo el paraguas de Roland-Garros se incluyen también actividades de "formación de los jóvenes, los árbitros o los recogepelotas". En cuanto al futuro, tanto del torneo como de la Federación, el presidente lo tiene claro: "La verdadera transformación que debemos hacer es digital" Construyendo nuevo estadio El estadio en el que se disputa el torneo, por su parte, ubicado en el sector sudoccidental de París, cederá el testigo próximamente al denominado Nouveau Roland-Garros. Como explica Giudicelli, el nuevo estadio, que contará con un aforo de 15.000 personas, todavía permanecerá en construcción tres años más; no obstante, "el Nouveau Roland-Garros ya no es un proyecto, sino una realidad", afirma. Relaciones internacionales Tras la victoria de la tenista Li Na en la competición de 2011, "hemos continuado estableciendo relaciones con la Federación China", declara Giudicelli en las páginas de Les Echos. Y es que, el objetivo de este contacto es "ayudar a los chinos a ganar nivel en su juego en tierra batida, así como a construir un conjunto de pistas allí". Estas acciones, añade el presidente, van más allá de las fronteras del país chino y el torneo francés expande su influencia "a Asia en general".