Cajamar está convencida de que en un futuro habrá nuevas fusiones en el sector de cajas rurales. La entidad, ante este escenario, está dispuesta a aprovechar estas oportunidades, tal y como ha hecho durante la crisis. El presidente del grupo almeriense, Eduardo Baamonde, manifestó ayer durante la asamblea anual esta intención, aunque descartó que estas operaciones fueran a producirse "en el corto plazo". Acto seguido, indicó que "estas serán necesarias para superar los retos derivados de una creciente competencia y una realidad cambiante y extraordinariamente exigente". El máximo responsable de Cajamar se refirió también a la nueva ley de cajas rurales y cooperativas de crédito que impulsa el Ejecutivo para reforzar el gobierno corporativo y evitar crisis como la vivida recientemente por Bantierra, que ha tenido que ser "rescatada" por el propio sector. En este sentido, manifestó que Cajamar está preparada para la reforma, que potenciará la creación de sistema de protección y mutualización de entidades. Recordó que el grupo formó el primer conglomerado de estas características en 2009.