La firma española suma 112 nuevos establecimientos en EEUU tras la operaciónEl grupo Barceló ha duplicado su cartera hotelera hasta los 228 establecimientos tras hacerse con la totalidad de la gestora norteamericana Crestline. La compañía española ya poseía el 40 por ciento de la estadounidense, y ahora ha adquirido el 60 por ciento restante por 22 millones de dólares (20,5 millones de euros, al cambio actual). La operación ha permitido a la compañía encabezada por la familia Barceló sumar a su portafolio hotelero hasta un total de 112 establecimientos gestionados por Crestline y repartidos en varios Estados del país norteamericano. De este modo, el grupo Barceló alcanza un total de 228 hoteles en 21 países, más de 50.000 habitaciones y cerca de 30.500 trabajadores. La compañía española ya adquirió el cien por cien de la gestora en el año 2002, fecha en la que Crestline tenía 7.000 habitaciones frente a las 16.000 que posee en la actualidad. El grupo fusionó entonces la firma norteamericana con su propia gestora dando lugar a Barceló Crestline. Sin embargo, y 11 años después, en 2013, Barceló alcanzó un acuerdo con el fondo de inversión AR Global por el que le vendió el 60 por ciento de Crestline, pasando así la hotelera española a ser un accionista minoritario. La venta de parte del capital de la gestora al fondo de inversión incluía una cláusula por la que Barceló podría ejercer el derecho de recompra hasta este año. La inminente expiración de la fecha marcada por dicha cláusula junto con el crecimiento de Crestline en los últimos años es lo que ha motivado a la hotelera española a volver a hacerse con el capital de Crestline, según informan fuentes cercanas a la misma a elEconomista. La operación es relevante por el número de hoteles que Barceló suma a su cartera, aunque las mismas fuentes señalan que no lo es tanto, sin embargo, a nivel de rentabilidad, puesto que todos los establecimientos están bajo contratos de gestión. Crestline gestiona hoteles de grandes marcas como Marriott o Hilton. Presencia en EEUU La totalidad de la adquisición de Crestline por parte de Barceló supone una vía de entrada para el grupo español en EEUU. Aunque la compañía reconoce que le gusta tener presencia en los diferentes destinos en los que está a través de su propia marca, la gestión de los distintos establecimientos a través de Crestline le permite alcanzar masa crítica suficiente en el mercado sin tener que preocuparse por el corto plazo. El director general Económico-Financiero del Grupo Barceló, Vicente Fenollar, destacó ayer a través de un comunicado la importancia de la compra del 60 por ciento del capital de la gestora. "Nos hacemos con la totalidad del capital de una firma solvente, con prestigio dentro de EEUU y rentable, y ello nos sitúa en una posición inmejorable para continuar nuestra penetración en el país", aseveró.