La familia fundadora, los Beteré, también se benefician y amplían su participaciónArtá Capital, el fondo de capital privado de los March, sale de Flex. La firma ha vendido el 26,3 por ciento que ostentaba en el fabricante de colchones a Aurica Capital -la gestora para el capital privado del Banco Sabadell- y a la familia fundadora, los Beteré, que amplían su participación en la compañía. La operación, que fue cerrada ayer, está valorada en 80 millones de euros. La transacción generará a Corporación Financiera Alba unas plusvalías de 40,7 millones. Con el cierre de la operación, el accionariado de Flex queda repartido entre Aurica Capital junto a otros coinversores (19,16 por ciento) y la familia Beteré (80,84 por ciento), que utilizará los recursos de sus socios de cara a potenciar el desarrollo internacional de la compañía, especialmente en América y Asia. Artá, el fondo dirigido por Ramón Carné y Nicolás Jiménez-Ugarte, entró en el accionariado de Flex en el año 2011 tras una ampliación de capital. Desde entonces, ha impulsado el crecimiento de la firma, tanto a nivel nacional como internacional, y consiguió que recuperara sus ingresos precrisis en 2014. A cierre de 2016, el fabricante de colchones facturó 320 millones. En la actualidad, Flex tiene tres fábricas en España, una en Portugal y una fuerte presencia en Latinoamérica, con plantas de producción en Brasil, Chile y Cuba. Entre sus clientes principales se encuentran El Corte Inglés, Carrefour, Conforama, Macy's, Bloomingdales, Falabella, John Lewis, Zara Home, Harrods o NH Hoteles, entre otros. Con esta transacción, Artá cierra la tercera desinversión de su primer vehículo de inversión, Deyá Capital, que levantó en el año 2008 con compromisos por valor de 350 millones. Las dos ventas anteriores se remontan dos años atrás, cuando cedió su participación en Pepe Jeans, centrada en el negocio textil, y Ocibar, dedicada a la explotación de puertos deportivos. Además, a finales del pasado año compró la distribuidora de gas independiente portuguesa Gascan, tal y como adelantó en exclusiva elEconomista, al fondo de capital privado luso Explorer Investments -conocido en España por haber tenido entre sus accionistas a la antigua Novagalicia-. Esta fue la primera operación que cerraron con su segundo vehículo de inversión. Respecto a Aurica, el Banco Sabadell creó esta sociedad en el año 2015 para aprovechar las oportunidades surgidas tras la crisis económica y acompañar a las compañías españolas en su internacionalización como socio financiero. Para esto, la firma captó 150 millones -50 millones aportados por Sabadell y el resto por oficinas familiares e inversores institucionales-. Impulsa Capital ha actuado como asesor financiero deFlex y Clifford Chance, como legal. Uría ha actuado como asesor legal de Artá. Cuatrecasas y GBS, como asesores de Aurica.