Estudia retrasar la convalización del Decreto para acercar posturas con el PSOELa reforma de la ley de la estiba corre el riesgo de encallar en el Parlamento. La negativa del PSOE y del resto de la oposición a respaldar la convalidación del Real Decreto que liberaliza el sector de la carga y descarga de mercancías en los puertos ha llevado al Gobierno a echar el freno a sus planes y abrir la puerta a retrasar la tramitación parlamentaria del mismo, prevista para el próximo nueve de marzo. Y es que, ante la falta de apoyos, el Ejecutivo se ha replanteado su estrategia en la guerra de la estiba y ahora trata de ganar tiempo para alcanzar un acuerdo con los sindicatos y acercar posturas con PSOE, Cuidadanos y PNV. No en vano, el partido socialista se ha negado a aprobar cualquier tipo de texto que no cuente con el beneplácito de Coordinadora, el sindicato mayoritario de los estibadores. "El Gobierno está abierto al diálogo, y de momento, la votación del Decreto está frenada", han explicado fuentes del Ejecutivo después de que el portavoz Íñigo Méndez de Vigo abriera la puerta a retrasar la tramitación para "negociar". "El Gobierno frena la votación para ver si concitan más apoyos políticos, y si se rebaja la tensión con las partes. Su objetivo es que continúe el diálogo", apuntan fuentes gubernamentales en esta misma línea. Así, en el Consejo de Ministros del viernes el Gobierno no asumió ninguna posición y, de momento, el Real Decreto no se votará el jueves aunque todavía está en el orden del día del Congreso. "Si hay avances el lunes siempre se puede volver al plan original ya que la decisión final se tomará en la junta de portavoces del martes", matizan. La decisión del Gobierno llega sólo un día después de que los estibadores decidieran cancelar los dos primeros días de huelgas tras tener asegurado que el Real Decreto no verá la luz. Los sindicatos han aprovechado la falta de apoyos del Gobierno para volver a exigir a Fomento que se siente en la mesa de negociación y cambie el Real Decreto. Un extremo al que se ha negado Íñigo de la Serna ya que la reforma ha recibido el visto bueno de la Comisión Europea (CE). La única puerta que ha abierto el Ejecutivo para impulsar las negociaciones entre la patronal y los estibadores es tratar el caso como una reconversión industrial. Así, está negociando un plan de bajas incentivadas y prejubilaciones para facilitar la salida de los actuales estibadores y que las empresas acepten subrogar a los trabajadores. El Gobierno está "dispuesto a ayudar para contribuir a que se garantice el empleo de los estibadores", sentenció Méndez de Vigo. La patronal y los sindicatos de la estiba no se han vuelto a reunir desde el martes pasado y no han fijado un calendario de negociaciones. En este punto, el mediador puesto por Empleo, Marcos Peña, trata de volver a reunir a las partes antes del jueves en la mesa de negociación.