En la diana mediática tras el accidente de Reus, GNF ha reforzado recientemente sus actuaciones para prevenir y paliar la pobreza con un nuevo Plan de Vulnerabilidad Energética, al que tiene asignados 4,5 millones de euros. Durante su comparecencia, Villaseca detalló algunas de las medidas que contempla, como volver a contactar con los ayuntamientos en cuyos municipios tiene clientes "para proponer una mejor sistemática de intercambio continuo y fiable de información" hasta que estén listas las reglas de ámbito nacional que está elaborando el Gobierno central. El ejecutivo prosiguió comentando la creación de una unidad de atención especial para clientes vulnerables -dotada con 60 personas-, que se encargará de la coordinación con las administraciones y las ONG de asistencia social. Entre otras medidas, flexibilizará el cobro de los recibos y permitirá que las deudas se devuelvan en dos años. Luego se detuvo en las actividades de la Fundación GNF, que lanzará una línea de ayudas para las organizaciones que trabajan con los menesterosos. También creará una escuela de eficiencia energética con especial orientación a la rehabilitación de edificios de colectivos vulnerables. Y buscará fórmulas para recuperar a los afectados por la pobreza energética. GNF ya protege mediante convenios con administraciones locales al 93 por ciento de sus clientes, porque, en palabras de Villaseca, "para nosotros no es aceptable que desgracias así pasen en un país con unas administraciones y empresas que quieren ser ejemplo de calidad y buen servicio".