El Ayuntamiento quiere reducir la oferta de alojamiento turístico en el centroEl centro de Barcelona ya es por ley territorio comanche para nuevos hoteles, pisos turísticos y albergues. La alcaldesa, Ada Colau, aprobó ayer con los votos del PSC y ERC el plan urbanístico que pone punto y final a la apertura de alojamientos turísticos en el centro de la ciudad. El Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) divide Barcelona en cuatro zonas, de las cuales, en la primera corona que se corresponde con el centro neurálgico como las Ramblas, Paseo de Gracia o Vila Olímpica, no se podrá abrir ningún tipo de alojamiento turístico (hotel o piso turístico), incluso aunque haya cierres. En todo caso, si se clausurara algún piso turístico situado en la primera zona, éste se podría sustituir, pero solo en la tercera corona. Por lo que su apertura se centrifugaría hacia la periferia y en el centro se mantiene el objetivo de "decrecer", según el propio Ayuntamiento. En la segunda corona, correspondiente a Sants, Diagonal, Sagrada Familia o Poblenou, se congela la apertura de alojamientos turísticos de todo tipo. Solo si hay una baja, se podrá implantar otro con el mismo número de plazas, y los que ya están en funcionamiento en ningún caso se podrán ampliar. Donde sí se podrán implantar nuevos establecimientos será en la tercera corona, pero con un límite de 387 puntos nuevos, siempre que en los aledaños no haya muchos hoteles o pisos turísticos, para evitar que edificios enteros se destinen a ello. Duras críticas del sector La aprobación de este plan se produce un año y medio después de que Ada Colau entrara en el Ayuntamiento con el "decrecimiento turístico" como bandera e impusiera la suspensión de nuevas licencias hoteleras. Este plan ya se ha cobrado dos proyectos de hoteles de lujo en el centro de Barcelona. Uno de ellos debía pertenecer a la cadena Four Seaons, y estaba planeado que se construyera en la antigua sede del Deustche Bank; el último, el Hyatt, tenía que construirse en la Torre Agbar, donde finalmente Merlin Properties lo rehabilitará para oficinas. En un comunicado conjunto, el Gremio de Hoteleros y Restauración, así como las asociaciones Barcelona Oberta y Comertia defienden que este plan "no resolverá la masificación, ya que de los 34 millones de visitantes en Barcelona, solo ocho millones pernoctan, y limitar el crecimiento hotelero no frenará la llegada de visitantes". Un efecto que, paradójicamente, ha beneficiado a los hoteles que ya operan en la ciudad, cuyos ingresos por habitación (RevPar) se incrementaron un 13 por ciento, con los precios más altos de todo el Estado, según Bric Consulting. Por otra parte, el sector alerta que la estabilidad de la que se había beneficiado Barcelona para tener un proyecto próspero, "pone en peligro su desarrollo económico", por lo que demandan "seguridad jurídica" para no espantar nuevos proyectos. Estas acciones, explican, "harán perder oportunidades y provocarán que la calidad hotelera de Barcelona se resienta ante la ausencia de obras de mejora".