Luis Iglesias ideó utilizar un red empresarial en Holanda para canalizar pagos El antiguo socio de Oleguer Pujol vuelve a estar bajo sospecha. El magistrado de la Audiencia Nacional, José de la Mata, notificó ayer la reapertura de la investigación contra Luis Iglesias Rodríguez-Viña, fundador y máximo accionista de Drago Capital, por blanqueo de capitales. El juez acusa a Rodríguez-Viñas de ser quien tomó la decisión de utilizar una estructura societaria en Holanda para ocultar al fisco los beneficiarios reales del cobro de comisiones por su participación en la operación de compra-venta de 1.152 oficinas del Banco Santander por 2.329,8 millones de euros en 2007. Samos, socimi que adquirió las oficinas, pagó unas remuneración de 11,5 millones de euros en concepto de servicios proporcionados por el consultor financiero a la sociedad británica Sun Capital. Precisamente, éste fue el dinero que finalmente recibieron a modo de comisión Oleguer Pujol, Luis Iglesias, los dos hijos del empresario Javier de la Rosa (Javier y Gabriela) y José María Villalonga, junto a su hijo, también llamado José María. Canalización de fondos Iglesias ideó que Sun Capital abonara estas cantidades a dos empresas holandesas, ARD Choille y Marway. La primera canalizó 5,08 millones hacia la sociedad Aegle International, en la fecha propiedad de Iglesias, y una vez éste retiró la mitad de los fondos, comprada por Pujol. Marway, por su parte, distribuyó el 3,2 millones a la firma holandesa de los De la Rosa y la misma cantidad, a una firma de los Villalonga. Drago Capital fue fundada en 2001 por Luis Iglesias, que fichó dos años después a Oleguer Pujol, justo el año en el que el padre de éste, Jordi Pujol, abandonaba la presidencia de la Generalitat de Cataluña. Aunque la sociedad ha gestionado en los últimos años unos activos millonarios, hay que tener en cuenta, no obstante, que se trata sólo de una gestora y que no es, por lo tanto, dueña de los mismos. La propiedad de la mayor parte de las sociedades accionistas de los inmuebles recae en un fondo: Drago Real Estate Partners, con accionistas y administradores completamente diferentes. De hecho, los gestores de Drago Capital tienen tan sólo un 1 por ciento del mismo. El resto, está en manos de la firma de capital riesgo británica Sun Capital, con un 39 por ciento; un fondo de pensiones holandés, Sitchting Pensionen Fund (ABP), con un 35 por ciento del capital; y la aseguradora británica Pearl Assurance, con un 25 por ciento. El fondo opera desde Guernsey, un territorio offshore ubicado en el Canal de la Mancha y dependiente de la Corona británica. Drago Real Estate Partners no participa, en cualquier caso, tampoco directamente en las sociedades inmobiliarias, sino que por cuestiones fiscales y para lograr un ahorro de impuestos, lo hace desde una sociedad holandesa, Drago Mediterranean Holding. La compra de las oficinas del Banco Santander se hizo a través de Samos, el vehículo creado para ello, y reconvertido hoy en la socimi Uro Property, desvinculada ahora ya del fondo.