Llevará a cabo un rescate preventivo con avales de 15.000 millonesPara Monte dei Paschi di Siena (MPS) ha llegado el momento del rescate: el tercer banco italiano cerró ayer su intento de ampliación de capital sin recaudar los 5.000 millones necesarios para salir adelante y deshacerse de 27.000 millones de créditos dudosos, tal y como ha requerido por el BCE. La ampliación reservada a los inversores institucionales se cerró sin encontrar un sustituto al fondo soberano de Qatar que había demostrado su interés en invertir en la entidad 1.500 millones y que, sin embargo, se ha echado atrás después de la dimisión de Renzi, el pasado 4 de diciembre. Así que ahora le toca al Estado. El nuevo Gobierno de Paolo Gentiloni se ha adelantado pidiendo al Parlamento, el pasado miércoles, una puesta al día del balance público, con una asignación de 20.000 millones para la banca. Ayer por la noche Gentiloni reunió el Consejo de Ministros para dar el visto bueno definitivo al decreto que autoriza el rescate del tercer banco transalpino. Esto, sin embargo, no significa que Italia vaya a recapitalizar ahora su entidad más problemática. El camino es largo y prevé varias etapas intermedias. El primer paso del Estado transalpino será avalar los bonos de MPS y las peticiones de liquidez al BCE. El regulador comunitario, a la hora de denegar el visto bueno a una prórroga del plazo para la ampliación de capital, había señalado que justamente la liquidez era el principal problema de MPS. El miércoles el banco confirmó que los 10.600 millones que ahora tiene en caja, se están volatilizando debido al “deterioro de las condiciones” y dentro de cuatro meses, a falta de intervenciones, quedarían poco más de 200 millones. Por esto Roma estudia un cortafuegos que funcionará como un aval a los préstamos pedidos por MPS: en 2017 vencen 12.000 millones de euros de bonos de la entidad, de éstos 800 millones el 30 de enero. El Gobierno utilizará, con esta finalidad, una parte de los 150.000 millones de euros que la Comisión Europea autorizó en junio para otorgar garantías sobre la deuda de la banca transalpina. Nueva oportunidad Con el aval del Estado, MPS tendrá más tiempo para sacar llevar a cabo su ampliación de capital. La fecha límite ya no será el 31 de diciembre, como anteriormente requerido por el BCE, y la entidad tendrá así entre dos y tres meses para reforzarse. El segundo pilar de la intervención del Gobierno italiano será la “recapitalización cautelar” del banco. MPS tendrá que aprobar un nuevo plan industrial que tendrá en cuenta el nuevo papel del Estado como principal accionista de la entidad. A no ser que entretanto el banco encuentre a un comprador o a nuevos inversores interesados. Según informa Il Sole 24 Ore, antes de la nueva ampliación de capital serán necesarios varios meses ya que MPS tendrá antes que obtener el visto bueno del BCE sobre su nuevo plan de negocio, mientras el Gobierno de Roma negociará con Bruselas la condiciones de una intervención que no pase por un préstamo a sus socios europeos, tal y como hizo España en 2012, sino que se base en recursos que va a engordar la ya abultada deuda pública transalpina.