Entidades y empresa firmarán un crédito participativo de unos 60 millonesCopisa y sus bancos acreedores ultiman un acuerdo para refinanciar una deuda de 270 millones de euros. El planteamiento, que se halla en una fase muy avanzada, contempla la escisión del negocio de concesiones de la constructora catalana en un vehículo de nueva creación, que seguirá bajo el perímetro de Copisa, pero sobre el que las entidades financieras tendrán capacidad de decisión. Como avanzó ayer elEconomista.es, esta sociedad asumirá los casi 170 millones de deuda ligados a la división y, adicionamente, se firmará un crédito participativo de alredor de 60 millones, que permitirá a la banca quedarse en el futuro, si así lo decide, con los activos concesionales de la empresa que controla la familia Cornadó, según explican fuentes conocedoras de las negociaciones. El nuevo vehículo, por tanto, tendrá una deuda de 230 millones, de forma que Copisa limitará su endeudamiento a sólo 40 millones. El vencimiento del pasivo total se alarga de 2018 a 2021. La compañía, que dirige el consejero delegado Orlando de Porrata-Doria, seguirá gestionando las concesiones, entre las que destacan varias autopistas en Cataluña, pero pondrá el foco en la actividad de construcción y en la internacionalización. En el marco de la reestructuración, Copisa ha conseguido el compromiso de los bancos para disponer de avales y liquidez para licitar nuevos contratos. La constructora ahondará en su expansión internacional en mercados de Latinoamérica y Marruecos. Precisamente, en el país norteafricano ha logrado su último éxito (ver apoyo). El Santander encabeza la deuda de Copisa con unos 80 millones, por delante de Bankia, con 50 millones, y Caixabank, BBVA y Sabadell, con 30 millones cada una. El objetivo de las entidades es firmar el acuerdo antes de que acabe el año, aunque fuentes del mercado apuntan a que se retrasará hasta el inicio de 2017. La mayoría de los bancos apoya el plan. En función de cuántos se adhieran finalmente, el préstamo participativo podría ser inferior a los 60 millones citados. En paralelo, la compañía está a punto de conseguir la autorización de la Generalitat para el traspaso de las concesiones a una nueva sociedad. El negocio de concesiones es el más rentable de Copisa. Como avanzó este diario, los bancos exigieron hace varias semanas su venta. La constructora catalana se opuso frontalmente. En el camino han encontrado un punto intermedio que, con todo, supone la futura salida del grupo de la actividad concesional. Las necesidades de liquidez para financiar nuevos proyectos han obligado a adoptar esta medida. Facilita la venta El plan de los bancos es que el vehículo genere caja suficiente para ir repagando la deuda asociada. Además, con la segregación de estos activos, consideran que su eventual venta será “más fácil”, según explican fuentes financieras. Copisa es una de las tres mayores constructoras catalanas, junto con Comsa y Copcisa. Las tres firmas catalanas y FCC figuran en el capital de Cedinsa, que gestiona cuatro peajes en sombra en Cataluña: Eje del Llobregat (C16); Eje del Ter (C17), entre Centelles y Ripoll; Eje Transversal (C25), entre Lérida y Gerona; y Eje de Aro (C35). Además, Copisa cuenta con la concesión del puerto de Vilanova i la Geltrú; el tramo 1 de la Línea 9 del Metro de Barcelona; la desaladora de Andratx (Mallorca); la Ciudad de la Justicia de Barcelona; depuradoras en Gerona; plantas fotovoltaicas en Ciudad Real; aparcamientos en L’Hospitalet y Arnau; áreas de servicio en León, Benavente (Zamora) y Orihuela (Murcia); y del centro penitenciario para jóvenes Quatre Camins, entre otros.