Según el informe anual de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), la tasa de abandono entre los alumnos universitarios ha aumentado de igual manera que lo ha hecho el rendimiento de los mismos. ¿Paradójico o lógico? La respuesta parece apuntar más a la segunda opción. Si atendemos a las causas que propician el abandono de los estudios, entenderemos por qué ha mejorado el rendimiento de los alumnos. Entre las conclusiones del informe del CYD encontramos, entre otras, el descenso de los recursos, las fuertes subidas de los precios públicos universitarios y el endurecimiento de las condiciones para optar a una beca. Esto nos sitúa ante la siguiente situación: al disminuir los recursos, encarecer las tasas y endurecer la accesibilidad a las becas, los alumnos adquieren una mayor responsabilidad a la hora de tomar decisiones y de actuar. Aprovechan al máximo y no se permiten el lujo de suspender para tener que volver a pagar las tan encarecidas tasas. Esto, evidentemente, aumenta el rendimiento aunque también provoca la salida de aquellos que se ven incapaces de seguir el ritmo. En cualquier caso, debemos apostar por aferrarnos a esos datos positivos en cuanto al rendimiento para acercar a nuestros estudiantes al éxito, sean cuales sean los obstáculos que tengan que esquivar por el camino. Desde los centros educativos debemos poner a disposición de los jóvenes todos los recursos para que alcancen sus metas y facilitar su acceso a las becas de excelencia, otro incentivo para que el rendimiento siga en aumento.