En un estudio, la UE se muestra dispuesta a cofinanciar la mejora de instalacionesLa Comisión Europea ha elaborado un informe basado en la aplicación que están llevando a cabo los Estados miembros del Reglamento 181/2011, sobre “los derechos de los viajeros en autobús y en autocar”, y en el que se concluye con una serie de mejoras que se deben aplicar por parte de los diferentes países que conforman la Unión. El Reglamento alude a que tanto autobuses como autocares constituyen un modo de transporte flexible, y que, a diferencia de los trenes y aviones, en general, puede recoger y dejar viajeros en cualquier lugar que tenga una infraestructura fija mínima. Y el informe añade a esta máxima que, en términos de pasajeros por kilómetro, el transporte en autobús y autocar representa el 9,2 por ciento del total del transporte terrestre de pasajeros de la UE, y que es, además, el medio más importante de transporte terrestre de pasajeros después de los turismos, el 81,7 por ciento. Pero, a juicio de la Comisión y de su informe, hay elementos que deben ser mejorados para atraer aún más usuarios de este tipo de transporte, y en este caso, uno de los más importantes es la disposición de estaciones que sean modernas y que estén dotadas de todos los servicios precisos, que se traten de infraestructuras accesibles y seguras, y que en un futuro, no más allá del año 2020, puedan estar conectadas con otros medios de transporte que favorezcan la movilidad de los usuarios, y así ganar más viajeros. En el informe se indica que, según los estudios realizados en varios de los Estados miembros -Alemania, Francia, España...-, los viajeros que utilizan el autobús o autocar a nivel nacional tienden a ser vulnerables, ya que suelen ser de renta baja o que viven en zonas aisladas geográficamente, donde este es el medio único que hay de transporte público. Y por ello se hace hincapié en que un acceso deficiente puede obstaculizar gravemente su integración en la sociedad. En enero de este año, la Comisión invitó a organizaciones de pasajeros, de la industria..., a analizar la situación del transporte a través de autobuses y de autocares, y, de acuerdo con las conclusiones presentadas en el informe que se ha hecho público recientemente, todos los participantes en la consulta han destacado dos aspectos fundamentales. Por una parte, que hay una falta de estaciones adecuadas en varios Estados miembros, entre ellos España, lo que se considera como uno de los principales obstáculos al desarrollo de ese sistema de transporte. Se pide que las estaciones sean modernas, que sean accesibles y seguras como las de otros medios, porque una terminal de alta calidad puede ofrecer a los pasajeros un acceso más fácil a su movilidad. Y por otro lado, se encuentra precisamente la necesidad de que tanto vehículos como infraestructuras permitan la accesibilidad a todo tipo de viajero, tenga o no movilidad reducida o algún tipo de discapacidad. La Comisión anima, en general, a las autoridades locales y nacionales, así como a los inversores privados a garantizar la conexión multimodal, a través de modos de transporte distintos, en especial con el ferrocarril, y para ello considera muy importante la renovación de las estaciones actuales, o que se construyan una serie de nuevas estaciones de vanguardia que permitan el acceso con toda comodidad a los viajeros con discapacidad o con movilidad reducida. Esta consideración ya ha tenido en España protagonismo, con el anuncio de presentación de una posible denuncia ante la Comisión Europea, por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), que considera que no se cumple el reglamento europeo 181/2011, dado que solamente hay en el país cuatro estaciones -las de Madrid-Méndez Álvaro, Sevilla, Córdoba y Santander- que están preparadas para viajeros con movilidad reducida, mientras que las otras trece principales, distribuidas por la geografía española, no lo están. Apoyo de Confebus Pero la situación que apunta el informe de la Comisión Europea sobre las estaciones de autobuses, y la recomendación que hay de mejoras para las de varios países, entre ellos España, no es nueva, ya que en 2014, un libro blanco promovido por la Confederación Española de Transportes en Autobús, (Confebus), sobre El transporte en autocar, una solución sostenible para la movilidad de las personas, señalaba en una de sus conclusiones que uno de los elementos clave en la actividad del transporte de viajeros por carretera son las estaciones de autobuses, y las definía como “una parte fundamental de la infraestructura que da soporte a la actividad, junto con las vías rodantes”. Se añadía a este comentario que su importancia viene dada por otro tipo de factor concluyente, como es el que se trata de instalaciones situadas en el extremo del viaje, y que por ello tienen un carácter estratégico que influye en la capacidad de crecimiento de las empresas del sector que deciden vincular su cadena de servicios a un posicionamiento de hub en una estación. En el estudio de Confebus se indica que “la antigüedad media de las estaciones es muy elevada y su estado, en lo que se refiere a la conservación y operación, deja, en ocasiones, mucho que desear”. Esta patronal va más allá y afirma que las propias empresas de transportes están dispuestas a mejorar las estaciones por iniciativa propia o con participación conjunta de la Administración.