Llevamos mucho tiempo hablando de economía global. La crisis financiera norteamericana va más allá de la frontera estadounidense. Es evidente que las decisiones económicas internacionales afectan de manera muy clara a las economías domésticas. Esta situación también afecta directamente a la formación de futuros directivos que han de entender y moverse en un entorno diferente, global, diverso y multicultural. Por ello, cabe destacar el desarrollo internacional que han experimentado en los últimos tiempos algunas escuelas de negocio españolas, que ya están posicionadas en el mundo entero. En este sentido, son muchas las instituciones nacionales e internacionales que poseen acuerdos de colaboración con sus pares en otros países, pero ¿qué ofrecen estas alianzas a alumnos y empresas? y ¿qué beneficios tienen para la propia institución académica? Para los alumnos Gracias a estos acuerdos, los participantes de un determinado centro pueden integrarse en semanas intensivas de formación en otras instituciones, aprovechar los diferentes programas de intercambio que suelen tener una duración de 3 a 6 meses, tener la oportunidad de recibir formación por parte de profesores visitantes de prestigio e incluso obtener una doble titulación. Además de los aspectos puramente académicos, estas alianzas permiten potenciar un aspecto cada vez más demandado en las Escuelas de Negocios como es el networking (redes de contacto). Una alianza real, no un simple acuerdo entre instituciones, debería permitir a un alumno holandés que se desplace a España para realizar su Máster o MBA, el acceso a su vuelta a Holanda, a la red de antiguos alumnos de la escuela holandesa con la que colabore la escuela española. Para las empresas Insistiendo en el aspecto "global", cada vez son más las organizaciones que acuden a Escuelas de Negocios con el objetivo de encontrar a un partner académico que le acompañe en su aventura internacional. Si, como sucede cada vez más, las necesidades formativas incluyen programas de capacitación global para empleados que se encuentran en diferentes lugares del mundo, la capacidad de respuesta de una Business School independiente no será suficiente. Estas alianzas no se pueden tener sólo en EEUU (cuna de las Business Schools) sino en países como Polonia, Taiwán, Tailandia, Rusia o Perú, lugares dónde las empresas se ubican para poder seguir siendo competitivas. La presencia de aliados internacionales ofrece la posibilidad de contar con expertos locales, creándose además una fuente generadora de empleo para estas empresas en su etapa de instalación en el país. Para las instituciones académicas Ante la situación económica actual, las Escuelas de Negocios que dependan de un único mercado (por ejemplo nacional) o incluso un único internacional (por ejemplo América Latina) van a tener dificultades para mantener sus ingresos. Por el contrario, aquellas instituciones que reciban en sus programas a participantes de diferentes países y además tengan programas propios o conjuntos en otros países podrán capear la crisis con garantías. La realización de programas en otros lugares de manera independiente es muy complicada (costes fijos, distancia, capacidad de respuesta, etc.), mientras que la realización de programas conjuntos con instituciones locales puede ser un auténtico win-win si se trata de organizaciones similares que se unen para conseguir desarrollar un programa más competitivo. El socio local proveerá de la infraestructura mientras que el socio internacional añadirá ese sello externo que si procede de una institución reconocida, será de gran valor. El actual mundo empresarial es global, la formación tiene que ser global y los servicios adicionales que ofrecen las Escuelas de Negocios también.