Las 51 entidades analizadas aumentan su posición en 260.000 millones en seis añosLa Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) ha reconocido los esfuerzos de la industria financiera continental por reforzar su capitalización. Los test de estrés correspondientes a 2016 les otorgan un 9,4 por ciento de capital en el escenario adverso planteado a tres años, lo que confirma la tendencia al alza de la solvencia desde que este proceso comenzase en 2011, si bien la banca española quedaría por debajo de la media, con un 8,6 por ciento. En la presentación de ayer, la EBA defendió la transición experimentada entre lo que surgió inicialmente como una prueba de la resiliencia del sector en su conjunto, al análisis actual de la situación individual de cada entidad y del diagnóstico de cada país. Aunque en este caso no se establecen aprobados, ni suspensos, el nuevo formato no impide dar cuenta de un escenario que, en el caso de los seis analizados en nuestro país, situaría a Bankia con el mejor CET1 (ratio de calidad de máxima calidad), con un 10,64 por ciento, única entidad española que supera la media europea. Con todo, el 8,6 por ciento del volumen total mejora en una décima el saldo de la industria británica y en un 0,9 por ciento la de Italia. Los bancos alemanes, que recabarían un 9,5 por ciento, apenas superan el resultado que arrojaría la media comunitaria; mientras que los franceses se encuentran ligeramente por encima, con un 9,7 por ciento. Por entidades, CaixaBank caería a un 8,97 por ciento, si bien la reducción es relativamente menor en relación al porcentaje con el que cerró 2015, un 11,71 por ciento. A continuación, el Santander se situaría, con un 8,69; el BBVA, con un 8,29 por ciento; el Sabadell, que registraría un 8,19 por ciento y el Popular, que cerraría con un 7,01 por ciento, una caída notable en relación al 13,11 por ciento que presentaba a final de 2015, el segundo CET1 de las entidades españolas analizadas al cierre del pasado año. En este contexto, la EBA ha reconocido el refuerzo registrado desde el inicio de los test de estrés en 2011. Por entonces, la media del ratio de capital era del 8,9 por ciento y en 2014, del 11,1 por ciento. Así, los 51 bancos analizados, que representan el 70 por ciento del sector, han aumentado su posición en más de 260.000 millones de euros desde diciembre de 2010, dejando a final de 2015 un saldo de un 13,6 por ciento. Los factores tenidos en cuenta para este escenario negativo incluyen desde un shock en los mercados financieros, a la caída del PIB de la UE en su conjunto y un terremoto en el mercado inmobiliarios. Además, también la deuda soberana pasa a ocupar un espacio destacado, puesto que el BCE la considera un activo de riesgo. La exposición de los analizados es de 2,6 billones de euros, de los cuales hasta dos billones están concentrados en los diez países, con Alemania, Francia, España, Italia y Estados Unidos a la cabeza. Las pruebas han registrado cambios en relación a la metodología anterior, puesto que, a diferencia del Banco Central Europeo, en esta ocasión, la EBA no establece aprobados o suspensos, en línea con una nueva política de Fráncfort, si bien la referencia del 5,5 por ciento se mantiene como el umbral a partir del que una entidad entraría ya en territorio de peligro. De esta manera, la vocación informativa anterior, destinada a transmitir a los mercados el diagnóstico y, de esta forma, guiar a los inversores, ha sido sustituida por la ambición de dotar al BCE de instrumentos de supervisión, con el objetivo de completar el proceso de cicatrización de la industria comunitaria.