La filial se hunde el 10% en bolsa al admitir potenciales impactos retroactivosEl Santander sufre otro traspiés en Estados Unidos. Su financiera -Santander Consumer USA- retrasa la presentación de las cuentas, previstas para este miércoles, al no haberlas podido completar por ciertas dudas metodológicas. El anuncio del aplazamiento colapsó su cotización casi un 12,5 por ciento en la apertura del parqué y una caída el 10,04 al cierre de esta edición. El motivo es que se encuentra en “conversaciones con los actuales y antiguos contables” en relación a ciertas materias, principalmente las relativas al procedimiento a seguir con los créditos morosos. “La resolución de estos asuntos puede afectar a los estados financieros del periodo anterior”, reconoció ayer la entidad, que avisó de un retraso igualmente en la presentación del folleto ‘10-Q’ exigible por el supervisor al cierre del semestre. La firma especialista en financiación de automóviles y que gestiona una cartera de 53.000 millones de dólares (48.250 millones de euros) en créditos de 2,7 millones de clientes, se comprometió a reportarlos lo antes posible. Cambios metodológicos Se repite la historia. Los cambios metodológicos le impidieron publicar el informe anual de 2015 en febrero, causando el consecuente retraso a la cabecera del negocio en EEUU del grupo, Santander Holding USA (Shusa). Poco tiempo después la Bolsa de Nueva York le comunicó una dispensa de seis meses para su entrega, que vencerá a mediados de septiembre. No es la única revisión contable. La entidad ha tenido bajo estudio el ajuste del fondo de comercio asociado a la participación de la financiera. El desplome en bolsa del Consumer USA el pasado año mermó el valor de su fondo desde 5.500 a 700 millones de dólares. Esa circunstancia obligó a recalcular con efectos retroactivos las cuentas de su matriz Shusa, tenedora del 69 por ciento del Consumer USA en manos del Santander. Su ganancia de 2.457 millones en dólares reportada en 2015 se truncó así en una pérdida neta de 1.455 millones, cuando deterioró el fondo de comercio en 1.800 millones. El ajuste no afecta, sin embargo, a los resultados ni solvencia consolidada comunicada por el grupo Santander, al diferir la contabilidad aplicada en Europa de EEUU. Y es que la contabilidad estadounidense exige realizar actualizaciones en función del valor de mercado, sin necesidad de que se amplíe o enajene la participación. La entidad se encuentra volcada en acelerar la reorganización de su filial en EEUU para adecuarse a las exigencias de la Reserva Federal (Fed). A pesar de probar su holgada solvencia, la filial volvió a suspender en junio la prueba de esfuerzo por no superar el examen cualitativo (chequea, por ejemplo, los procesos de medición de riesgo y los controles internos). Entre los cambios aplicados, ha reorganizado por completo la estructura organizativa, con vistas a una mejora de la gobernanza. A principio de este mismo mes perfeccionó la dirección con el nombramiento como presidente de Consumer USA de William Rainer, que lideraba la comisión de auditoría y regulación de la entidad.