madrid. "Estimado Jim: (...) en este momento, tu oferta hostil de 62 dólares parece absurda". Es la respuesta del presidente de ImClone, el millonario Carl Icahn, a la nueva propuesta de compra hecha por parte de la farmacéutica estadounidense Bristol-Myers Squibb. El cruce de cartas públicas entre los presidentes de ambas compañías es todo menos amistoso. Si el lunes el responsable de BMS, James M. Cornelius, criticó la "falta de transparencia" de los directivos de ImClone y su intención de prescindir de ellos en el momento que obtenga el control de la biotecnológica, este martes fue el turno de Icahn para despreciar los 62 dólares propuestos por la multinacional. En total son 4.700 millones de dólares los ofrecidos por el 83 por ciento de las acciones de la compañía que BMS no tiene. La biotecnológica asegura que tiene una oferta mejor de 70 dólares por acción de otra "gran farmacéutica" que podría revelar su nombre el próximo 28 de diciembre, cuando finaliza el plazo de estudio de las cuentas de ImClone.