La entidad reduce los recursos propios de las subsidiarias y lo rescata como dividendoNovo Banco se embolsa 22,74 millones de euros de dos filiales españolas. La operación la ejecuta mediante la reducción de capital de la gestora de fondos de inversión Novo Banco Gestión y la de pensiones. La primera disminuirá sus recursos propios desde 24,88 a 21,98 millones de euros, y la segunda en 756.000 euros, reduciendo su capital desde 2,1 millones a 1,34 millones de euros. La operación tiene por finalidad la “devolución de aportaciones”, según detalla la entidad en las comunicaciones publicada por el Registro Mercantil (Borme). La medida la adoptaron las compañías el pasado 9 de junio en junta extraordinaria de accionistas y su ejecución está prevista en un plazo máximo de dos meses. Posible salida a bolsa Es habitual que las matrices se embolsen o absorban recursos excedentarios de las filiales, siempre que se mantengan una solvencia holgada después de la reducción. La transacción coincide con un proceso de puesta en valor del grupo Novo Banco en su globalidad, de cara a su próxima venta. En el proyecto del Gobierno portugués empieza a ganar espacio la posibilidad de que acuda a bolsa para facilitar la salida del Estado del capital ante un interés por la franquicia insuficiente. Según la prensa lusa, el ejecutivo habría iniciado los trámites para preparar el camino para que la entidad sea admitida a cotización, sin que se haya decidido el porcentaje de capital que se colocaría en el parqué. Novo Banco nació en 2014, construido sobre los activos buenos del antiguo Banco Espirito Santo (BES). Quedando la antigua cabecera como el banco malo, con activos problemáticos y cuyo futuro pasa por su liquidación. El colapso del Grupo Espirito Santo por graves problemas financieros y una financiación irregular entre empresas filiales se llevó por delante el banco. El Banco de Portugal tuvo que salir en su auxilio, comprometiendo en el salvamento 4.900 millones de euros. De ellos, 3.900 millones son un crédito del Estado repagable por el fondo de garantía nutrido con las aportaciones de las entidades financieras lusas. El interés, para el conjunto de la industria bancaria local, es por tanto, al igual que para el Gobierno, que se maximice su venta a fin de limitar cualquier quebranto. El pasado año el concurso fue cancelado precisamente porque el talón ofertado no llegaba a los 2.000 millones, cuando quedaba en lid ssolamente el fondo americano Apollo, el chino AnBang y el grupo financiero también chino Fosun. Novo Banco es la tercera mayor entidad financiera del país, con 57.500 millones de euros en activos. A principios de año, el Banco de Portugal relanzó el proceso de venta y entre los interesados vuelven a sonar de forma directa o indirecta tres firmas españolas: el Santander Totta, el BCP, socio del Sabadell, y el BPI, al que Caixabank ha lanzado una opa y del que controla el 45 por ciento.