El desfase español se situó en 2015 en el 5,16%, casi un punto por encima del 4,2% comprometidoEl ministro elude responsabilizarse y culpa “a los nuevos gobiernos de consenso de las CCAA”Ni el 4,2 por ciento comprometido; ni el 4,5 por ciento al que se refirió el presidente en funciones, Mariano Rajoy; ni el “cerca del 5 por ciento” que trasladaban varios cuadros del Ejecutivo en privado. El déficit español cerró el año 2015 en el 5,16 por ciento, por encima de todas las previsiones y superó en 10.000 millones de euros el límite pactado con Bruselas. Un desvío en el momento más peligroso, tras más de cien días de ingobernabilidad, y en el que las comunidades autónomas y la Seguridad Social han vuelto a ser las alumnas menos aventajadas de la clase. Las regiones cerraron el año con un déficit del 1,66 por ciento, sólo 900 millones de euros menor al de un año antes. Y todo sin que desde el Ministerio de Hacienda se activasen las medidas coercitivas y preceptivas que la Ley de Estabilidad Presupuestaria permite. El ministro en funciones, Cristóbal Montoro, justificó esa inacción con el argumento de que pese a que en 2014 las regiones ya se desviaron, “la cifra global de déficit sí cuadró con los objetivos”. “Y ahora no”, zanjó el garante de las finanzas públicas de todas las administraciones en los últimos cuatro años, quien, ahora sí, prometió más dureza con los gobiernos autonómicos. En concreto y, tal y como establece la ley, obligará a las 14 regiones incumplidoras a aprobar “acuerdos de no disponibilidad” para no gastar un solo euro más de lo presupuestado. Y les demandará información mes a mes, para vigilar de cerca que cumplen la llamada regla de gasto, que impone restricciones a los gastos en función de los ingresos y del crecimiento del PIB a medio plazo. Las medidas llegan, sin embargo, cuando el número de autonomías que incumplen el déficit es más alto que nunca. Tanto, que hasta cinco regiones -Cataluña, Extremadura, Comunidad Valenciana, Murcia y Aragón- superan un desfase del 2 por ciento y hasta triplican y cuadruplican el 0,7 por ciento comprometido. Responsables terceros Montoro anunció que “en breve” comparecerá en la Comisión del ramo del Congreso para explicar con más detalle todas estas medidas, que tendrá que impulsar estando en funciones. Y dejó clara la estrategia que seguirá su Gabinete a partir de ahora: el Estado ha cumplido -está en lo cierto, pues firmó un 2,68 por ciento frente al 2,9 por ciento previsto- y son las autonomías las que explican el desvío sobre el objetivo del 4,2 por ciento. Más aún. Los “nuevos gobiernos de consenso”, que “sólo hablan de gasto”, habrían motivado el déficit excesivo. Se refería el ministro a gobiernos como los de Valencia, Aragón o Extremadura, que cambiaron de manos en mayo del año pasado. También a Cataluña, con el déficit más alto de España (2,7 por ciento). Sin embargo, Montoro ofreció explicaciones más vagas para justificar el déficit de la Seguridad Social, que fue del 1,26 por ciento frente al 0,6 previsto. En este sentido, y pese a que el Sistema está bajo competencia del Estado, el titular de Hacienda en funciones dijo que el Gobierno “ha sido responsable por subir las pensiones” e impulsar el debate sobre cómo deben financiarse a partir de ahora. Por último, el ministro explicó que en 2015 se han producido “acciones no recurrentes” y que no computarán en el déficit del año 2016. Así ha sucedido, por ejemplo, con los 1.090 millones de coste del tratamiento para los afectados por Hepatitis, que a su vez ha servido a las autonomías para justificar parte de su desvío. Ningún atisbo de responsabilidad tampoco por las bajadas fiscales del pasado año, que tendrían un impacto de 7.900 millones sobre las cuentas públicas. “Creemos que debemos seguir bajando los impuestos de forma selectiva, frente a los que están hablando de subirlos”, indicó Montoro. En último lugar, el titular de Hacienda felicitó a las entidades locales y a las diputaciones, que han firmado un superávit del 0,43 por ciento y han ayudado a aliviar la cifra global de déficit. Dicho lo cual, aprovechó para enviar un mensaje político: “Tal vez los que ahora hablan de suprimir las diputaciones debieran fijar su mirada en entidades no saneadas”, adujo, en referencia al acuerdo entre PSOE y Ciudadanos. La comparecencia del ministro generó un alud de críticas, que llegaron incluso de territorios gobernados por el PP. La consejera castellano leonesa de Economía, Pilar del Olmo, llegó a decir que “no se puede admitir en absoluto” que Montoro culpe solo a las comunidades, informa Rafa Daniel. Mientras, desde Aragón y Valencia, dos de las grandes incumplidoras, responsabilizaron de los desvíos a los ejecutivos anteriores, de corte popular, y Cataluña, que esperaba un déficit inferior, atribuyó a Montoro “intencionalidad política” por imputarles ahora licitaciones previas a 2010. Recorte de 23.000 millones El PP finaliza su Gobierno habiendo reducido el déficit público desde el 9,13 por ciento de 2011 al 5,16 por ciento de 2015. Una reducción de casi 40.000 millones que ha sido “insuficiente” para cuadrar los números, tal y como Montoro reconoció ayer. Y ello pese a que el PIB ahora crece al 3,2 por ciento, lo que a su vez ha impedido que la deuda pública frene en el 99,2 por ciento, según el recálculo efectuado por el Banco de España, justo cuando el ministro comparecía. Este año, y si el nuevo Ejecutivo no consigue de Bruselas más margen, el recorte tendrá que superar los 23.000 millones para dejar el desfase presupuestario en el 2,8 por ciento del PIB. Al menos la recaudación, que en 2015 creció un 5,03 por ciento, ofrecerá algo más de margen que en los años más duros de la crisis.