La agencia de calificación Fitch ha mejorado la nota a largo plazo de Bankia, de BB+ a BBB-, por lo que deja de ser bono basura y entra en grado de inversión. En opinión de Fitch, el perfil de solvencia de Bankia “ha mejorado constantemente” durante los dos últimos años. También destaca su capacidad para manejar los activos problemáticos una vez cumplido el plan de reestructuración. Asimismo, Fitch señala que los riesgos por los litigios de la salida a bolsa, la venta de híbridos y la eventual retroactividad de las cláusulas suelo quedan mitigados por las provisiones en Bankia y BFA. Como desafío, señala la mejora de la rentabilidad, para lo que debe reequilibrar sus ingresos.