La entidad no logra el objetivo al financiar proyectos por 46.259 millonesLa falta de demanda y la compleja competencia ha llevado a Bankia a no poder alcanzar el objetivo previsto en su plan de negocio en concesión de créditos nuevos. La entidad financió proyectos a familias y empresas por un importe de 46.259 millones de euros entre 2013 y 2015, es decir, un 89 por ciento del montante presupuestado. El grupo nacionalizado había estimado dar 51.700 millones en el conjunto del periodo. La mayor parte del grueso de la financiación otorgada por el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri ha empresas y pymes, foco en el que pretendía ganar cuota de mercado para equilibrar la cartera crediticia, dominada por el segmento hipotecario. En el ejercicio 2015, Bankia consiguió conceder el mayor volumen de préstamos en el marco del plan estratégico. En concreto, otorgó 16.600 millones de euros, pero no fueron suficientes para cumplir con los objetivos del periodo. De hecho, en 2013, la entidad batió sus expectativas, ya que en ese ejercicio el volumen de préstamos alcanzó los 14.903 millones frente a los 10.000 millones previstos. Más de 234.000 operaciones Según sus datos, el año pasado firmó más de 234.093 operaciones, de las que el 77 por ciento correspondieron a particulares debido a la pujanza del crédito al consumo. En empresas y autónomos las transacciones sobrepasaron las 50.000, con un importe concedido de casi 14.000 millones. En vivienda, el montante de los préstamos tanto a familias como a compañías ascendió a 1.424 millones. Con la financiación otorgada, el saldo crediticio que acumula el banco baja hasta los 93.730 millones, tras descender un 2,9 por ciento. Con este volumen de actividad los márgenes de Bankia aún se resientes, sobre todo teniendo en cuenta que los tipos de interés se encuentran en mínimos históricos, lo que presiona la capacidad de ingresos de todo el sector. Además, en el caso de la entidad, su margen de intereses está penalizado por la baja rentabilidad por la cartera de bonos de la Sareb procedente del traspaso de activos tóxicos a esta sociedad en 2012 que realizó como consecuencia del rescate público. Pese a estas dificultadas y las provisiones extraordinarias que ha tenido que destinar para devolver el dinero a los inversores que acudieron a la salida a bolsa, la entidad ha logrado la inmensa mayoría de objetivos previstos en su plan de negocio. Así, ha cumplido con creces la reducción de activos no productivos, el nivel de eficiencia, la generación de liquidez y capital y el coste del riesgo tras disminuir más de los estimado el volumen de morosos. Eso sí, no ha podido alcanzar el 10 por ciento de rentabilidad sobre recursos propios, aunque sin tener en cuenta las dotaciones para la salida a bolsa el ROE se situaría en el 10,6 por ciento.