Afronta la digestión de Jazztel, con el relevo en la dirección y el ERE encarrilado Orange España inicia estos días una nueva etapa con la vuelta al crecimiento trimestral del negocio móvil, algo que no se producía desde hace más de 16 trimestres, a finales de 2011, poco antes del nacimiento de los servicios convergentes. Esa travesía del desierto ya parece concluir y coincide precisamente cuando se ha formalizado la integración de Orange con Jazztel, en vísperas del relevo en el primer puesto ejecutivo, de la compañía y en mitad de las negociaciones de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 550 empleados. Según detalla la filial española de la multinacional gala, el operador ha reducido sus ingresos el 2,3 por ciento en su año fiscal, con unas ventas de 4.253 millones de euros, con una tendencia favorable en los negocios por servicios de fijo y móvil. Este último ha repuntado el 0,7 por ciento en su último trimestre fiscal, frente a caídas del 2,7 por ciento, 6,6 por ciento y 9,6 por ciento de los anteriores trimestres de 2015. El operador español cerró el año pasado con más de 19 millones de clientes, de los que 15,2 millones corresponden a servicios móviles (un 5,2 por ciento más que el año anterior) y 3,7 millones de banda ancha fija (de los que el 81 por ciento dispone de ofertas convergentes). Ademas, en el mercado de telecomunicaciones fijas, Orange ha multiplicado por cuatro su base de clientes de fibra, hasta los 809.000 clientes, con una cobertura de fibra que alcanza los 6,8 millones de hogares. Televisión de pago En los últimos doce meses, Orange ha triplicado la cifra de clientes de su televisión de pago, hasta alcanzar los 306.000 clientes, con la esperanza de incrementar su cifra de abonados y de establecer acuerdos comerciales con Telefónica para poder ofrecer la Liga BBVA en las próximas temporadas, tal como realiza este curso. Jean-Marc Vignolles, consejero delegado de Orange España, reconoció que su compañía protagoniza “una dinámica comercial muy positiva que se refleja en los resultados financieros”. El ejecutivo, que el próximo marzo cederá el relevo en su puesto de consejero delegado a Laurent Paillassot, destacó la “consolidación en la senda de recuperación de los ingresos, así como el avance de las sinergias”, que se ha traducido en un incremento del ebitda superior al 6 por ciento, dos puntos porcentuales más que el ejercicio anterior. Respecto al proceso de Regulación de Empleo que actualmente negocia el operador con los sindicatos, Vignolles destacó “el compromiso de Orange con sus trabajadores” tras haber incrementado el 50 por ciento la plantilla conjunta de Orange y Jazztel en los cinco últimos años, con más de 1.800 nuevos puestos. La propuesta de aceptación de voluntariedad de todas las bajas -sin intención de vetar ninguna, salvo en exceciones muy concretas- promete favorecer unas negociaciones que se presumen encarriladas, aunque todavía hay muchas incertidumbres por despejar. Por s u parte, José Miguel García, consejero delegado adjunto de Orange, elogió la eficiencia de su compañía en el proceso de integración realizado en los últimos meses entre Orange y Jazztel.