Gana sólo 105 millones tras dotar 350 millones por este riesgo hipotecarioBanco Popular no ha podido cumplir sus objetivos de beneficios marcados para el conjunto de 2015, una circunstancia que la entidad achacó ayer a las provisiones extraordinarias realizadas para cubrir los riesgos de Abengoa y la posible devolución de los intereses abonados por las cláusulas suelo hipotecarias desde mayo de 2013. La entidad había prometido unas ganancias de al menos 400 millones de euros y los resultados alcanzan sólo los 105 millones, lo que supone un descenso del 68,1 por ciento. La hucha de las cláusulas suelo asciende a 350 millones de euros, mientras que la de Abengoa lo hace hasta 53 millones. Ambos importes han sido contabilizados en el cuarto trimestre, lo que ha provocado pérdidas de 172 millones entre octubre y diciembre. El presidente del grupo, Ángel Ron, y el consejero delegado, Francisco Gómez, quitaron ayer hierro a este incumplimiento, ya que se debe a estos extraordinarios y porque los resultados reflejan una buena tendencia del negocio, a pesar de la situación de incertidumbre económica, la baja actividad y los tipos de interés ultrabajos. Caída de morosidad Ron destacó que la entidad se encuentra bien posicionada en el segmento de pymes, que ofrece mayores rentabilidades que las hipotecas. Asimismo, enfatizó la caída de la morosidad en el último año, en casi un punto -hasta el 12,8 por ciento-, lo que alivia la carga de provisiones. Otro punto que subrayó el presidente es la bajada de los costes, mayor de la estimada, en un 10 por ciento. Estos factores han podido compensar en parte la bajada del margen de intereses al 3,4 por ciento, el desplome de los ingresos por venta de deuda y la caída de las comisiones por las alianzas selladas en algunos nichos de actividad, como seguros o tarjetas de crédito. Ron avanzó que este año también será complicado para el sector y dejó claro que ve “improbable” que salga adelante una posible compra del banco por parte de un competidor, debido al compromiso que ha demostrado siempre el actual núcleo duro de accionistas. Éste controla el 25 por ciento del banco. En las últimas semanas se ha especulado en el mercado con la posibilidad de que algunos de los tres grandes grupos financieros del país (Caixabank, BBVA y el Santander) estuviera analizando una eventual adquisición del Popular, teniendo en cuenta su baja cotización en el mercado. Ha sido uno de los bancos más castigados desde el pasado verano, por lo que una compra podría ser atractiva. Ron remarcó que tal eventualidad, sin embargo, no había sido recogida por la bolsa con subidas, tal y como suele suceder en estos casos. Eso sí, mientras hacía este comentario, el Popular se disparaba en el parqué. Cerró la sesión con un ascenso del 7 por ciento. En 2016, además de la situación de inestabilidad, el banco verá reducido el margen de intereses en unos 50 millones, un 3 por ciento del total, por la eliminación de las cláusulas suelo a unos 100.000 clientes, la mayor parte de los que contaba con este condicionante en las hipotecas, a raíz de la sentencia del Supremo del pasado 21 de enero en la que le obligaba retirar una de ellas. Los extraordinarios y la todavía relevante carga de activos improductivos -inmuebles y créditos dudosos- han lastrado la rentabilidad sobre recursos propios a menos de 1 por ciento, muy lejos del 7 por ciento que pretende conseguir en los próximos dos o tres ejercicios. Ron reclamó a los reguladores que relajen las exigencias de capital, para que esa rentabilidad suba y sea atractiva para los inversores, y se comprometió a deshacerse de pisos y préstamos morosos por importe de 8.000 millones a lo largo de 2016 para elevar la cuenta.