El Gobierno de esta autononía aprueba un plan para su continuidadAltadis no parece dispuesto a ceder tras el anuncio de cierre de su fábrica en La Rioja. Tras un desplome de las ventas de cigarrillos del 45 por ciento en España en los últimos cinco años ,debido al auge del contrabando y la presión fiscal, el presidente de la compañía, Juan Arrizabalaga, explicó ayer al ministro de Industria, José Manuel Soria, las razones que han llevado a la empresa a tomar la decisión, de la que se venía advirtiendo ya año tras año. Arrizabalaga agredeció a Soria su ofrecimiento para facilitar ayudas a la empresa, pero reiteró igualmente la inviabilidad de la fábrica. El presidente de Altadis explicó que el objetivo prioritario a partir de ahora es resolver lo mejor posible la situación de todos los trabajadores afectados. El cierre, que se llevará a cabo antes del próximo 30 de junio, afectará inicialmente a 471 empleados, el 46 por ciento de toda la plantilla. El Parlamento de La Rioja aprobó ayer, por unanimidad, una declaración institucional en la que exige a Altadis que reconsidere su decisión de cerrar su fábrica de cigarrillos en el municipio riojano de Agoncillo y se replantee su viabilidad. Es una declaración institucional apoyada por el PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. Los diputados resaltaron su solidaridad, su disposición de ayuda y el apoyo unánime y firme a todos los trabajadores afectados; así como su apoyo al Gobierno de La Rioja y a los sindicatos en sus acciones dirigidas al mantenimiento de la actividad de la empresa y a la defensa de los derechos e intereses de la plantilla. En la declaración institucional se afirma que la actual planta de Altadis en La Rioja es “un importante centro de elaboración de cigarrillos con ámbito nacional e internacional”, que tiene su origen en una primera fábrica de tabacos que se instaló en Logroño el 14 de junio de 1890 y que fue adquirida por la compañía Imperial Tobacco Group en 1990.