Otro título que a corto plazo está probando la solidez de su soporte clave es Repsol. La compañía petrolera sufrió un duro varapalo tras la publicación de sus resultados. Esta caída llevó a su cotización al soporte crítico de los 11 euros, que es la línea divisoria que separa un escenario alcista de uno potencialmente bajista que podría provocar una vuelta del título a la zona de mínimos del año y soporte fundamental de los 10 euros, que es por donde discurre la directriz alcista de largo plazo. Agresivamente, con stop bajo 11 euros, Repsol podría ser una opción de compra para buscar un rebote.