Repsol desmintió ayer las informaciones que apuntaban a una venta inmediata de la refinería de La Pampilla y las 375 estaciones de servicio que la compañía tiene en Perú, en un comunicado remitido a la Superintendencia de Valores, así como en su día desmintió la venta del negocio de butano. La petrolera anunció el pasado 17 de septiembre que no se iba a desprender de estas estaciones de servicio tras la petición realizada en este sentido por parte de los accionistas minoritarios de la compañía a mediados de agosto. Asimismo, la petrolera se encuentra en un proceso inversor en la Pampilla para adaptarla a las exigencias ambientales y ha fijado incluso objetivos para la misma para el año 2018 en el plan estratégico como una mayor producción de asfaltos. La compañía prevé desinvertir en activos no estratégicos y buscar socios por un valor de 6.200 millones.