AEB y CECA defienden el "orden constitucional y la pertenencia al euro de toda España"Las dos asociaciones hacen un llamamiento al diálogo entre Gobierno central y GeneralitatLa banca española ha decidido mostrar su opinión sobre el proceso soberanista y las elecciones catalanas y lo hizo con una seria advertencia al independentismo, al afirmar que se replantearía su presencia en Cataluña en caso de producirse una secesión. En un comunicado conjunto, AEB (Asociación Española de Banca) y CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorros) se pronunciaron ayer, ante las elecciones autonómicas catalanas, sobre los riesgos "que para la estabilidad financiera comportaría cualquier decisión política que quebrantara la legalidad vigente y conllevara la exclusión de la Unión Europea y del euro de una parte de España". Con un lenguaje medido, sin mencionar la candidatura de Junts pel Sí, ni a Artur Mas ni a Mariano Rajoy, ni siquiera la palabra "independencia", las principales entidades financieras alertaban en la declaración institucional de que una ruptura unilateral de Cataluña conllevaría la exclusión del euro y con ello provocaría que todas las entidades con sucursales en esta comunidad autónoma, y no sólo las que tienen la sede principal en ella, "afrontarían graves riesgos de inseguridad jurídica". Estas dificultades, afirman, son las que "obligarían" a replantearse "su estrategia de implantación". Bancos y cajas describen los efectos de esta decisión: riesgo de reducción de la oferta bancaria y, con ello "exclusión financiera y encarecimiento y escasez de crédito". La rotundidad con la que las entidades financieras aseguran que Cataluña quedaría excluida de la Unión Europea y del euro contrasta con los mensajes lanzados por las diversas formaciones catalanas que confluyen a las elecciones en la plataforma Junts pel Sí, que defienden que la salida de Europa y de su moneda no está contemplada en ningún tratado comunitario y que, por tanto, no se produciría dicha expulsión. La AEB representa a los principales bancos españoles, mientras en la CECA, tras la transformación del sistema financiero, acoge a los bancos que antes eran cajas, además de a las dos pequeñas cajas supervivientes del antiguo sistema. En una nota a pie de página, por si la composición de entidades no quedara clara, se hace una breve relación de las principales integrantes de ambas instituciones: Caixabank, Banco Santander, BBVA, Bankia, Sabadell y Popular. Isidre Fainé, presidente de Caixabank, también preside la CECA y es representa a la entidad más influyente en esta asociación. El banco es la mayor entidad por activos en España, al igual que lo es en Cataluña. Mientras, en la patronal bancaria, la presidencia la ocupa el exdirector de regulación del Banco de España, José María Roldán. Tanto AEB como CECA consideran que "en todo momento" debe preservarse el orden constitucional y la pertenencia a la zona euro del conjunto de España. De no ser así, exponen, estaría en riesgo el objetivo de las entidades "que no es otro que proteger a sus depositantes y mantener el flujo de financiación" a familias, pymes, y los sectores productivos y generadores de empleo. La salida de Cataluña del euro, no sólo en opinión de todos los expertos, sino del Banco de España, pondría en grave riesgo la supervivencia de las entidades catalanas. Ya en noviembre de 2013, el gobernador, Luis María Linde, afirmó que si Cataluña se independiza, quedaría fuera del euro, por lo que sus bancos ni podrían acceder directamente a la ventanilla del BCE ni indirectamente a través de filiales en países europeos, algo que pondría en riesgo su supervivencia. En aquella ocasión Linde explicó que se estaría en una situación "muy mala", ya que los pasivos estarían en euros y los activos en moneda propia. "Este es el escenario que lleva a la quiebra, a la suspensión de pagos o a un problema financiero gravísimo", subrayó entonces Linde, que advirtió que Cataluña estaría obligado a crear su propio supervisor. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, también ha realizado declaraciones contradiciendo estas hipótesis, ya que considera que aún en el caso de no poder acudir a la financiación del BCE, se podría conseguir a través de filiales situadas en la eurozona. Pero el inusual comunicado de ayer de CECA y AEB, por su mensaje de fondo y por el momento en que se difunde, en plena campaña del 27-S, no sólo se limita a rechazar una ruptura unilateral catalana. En su último párrafo, sin hacer mención a nombres concretos, hacen un llamamiento a los líderes políticos para que "por medio del diálogo" impulsen las reformas que permitan "seguir progresando en la consecución de mayores niveles de bienestar y cohesión social para todos". Lo que es tanto como pedir al Gobierno central y a la Generalitat que negocien medidas que contenten a Cataluña.