Los beneficios de las entidades se sitúan a cierre del primer semestre en los 5.460 millonesLa disminución de extraordinarios por la venta de deuda pública lastra las cuentas del sectorLa recuperación de la banca va lenta y el sector se enfrenta a importantes desafíos en los próximos meses. Aunque las entidades han dejado atrás las pérdidas millonarias de 2013 por su negocio en España -es decir, excluyendo la actividad del Santander y BBVA en el extranjero-, en el primer semestre de este año han dado un paso atrás al ganar un 17 por ciento menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Según los datos del Banco de España, el conjunto de los grupos que opera en nuestro país obtuvo unas ganancias de 5.460 millones de euros, frente a los 6.578 millones registrados doce meses antes. Las cuentas se han visto lastradas por los menores ingresos cosechados por la venta de su cartera de deuda pública, una partida que supuso importantes cantidades de dinero durante todo el ejercicio 2014. Además, a diferencia de años anteriores, las entidades, no están realizando uso masivo de los créditos fiscales y están contribuyendo de manera cada vez más elevada a las arcas del Estado a través del impuesto de sociedades. Ambos efectos están siendo compensados por el sector con un aumento de la actividad crediticia gracias a la recuperación económica y un descenso abrupto de los costes de financiación, pero todavía los ingresos que obtiene no son los suficientes como para incrementar los beneficios. Ni siquiera con el incremento que experimentan las comisiones, debido al impulso del negocio de fondos de inversión y planes de pensiones. Tipos a la baja Los márgenes que obtiene el sector, en gran medida, vienen aún de la mano de la disminución de los tipos de interés que pagan a los clientes por los depósitos hasta un 0,30 por ciento en las operaciones de nueva contratación. Esta rebaja tiene poco recorrido, admiten fuentes del sector, por lo que el sistema tendrá que aumentar el volumen de préstamos para reanimar la cuenta y conseguir niveles aceptables de rentabilidad. Sobre todo, en este escenario de tipos ultrabajos y con una guerra por la captación de hipotecas y pymes que está mermando cada vez más las tasas que cobran por la financiación. En este contexto de normalización lenta se circunscriben los planes de algunas entidades de cobrar una comisión en sus cajeros a los no clientes. CaixaBank lo aplica desde hace meses, mientras que BBVA y el Santander piensan poner en marcha esta práctica a lo largo de este otoño. Otras, en cambio, se desmarcan de esta medida, que está siendo analizada por el Banco de España por si implica una doble tarifa, ya que las entidades asumen desde hace tiempo en torno a 0,65 euros por retirada. La cara más positiva de los resultados del sector en nuestro país, además de las comisiones, son las provisiones. Éstas están bajando de manera significativa, aunque aún suponen un importante esfuerzo porque el goteo de entradas de insolvencias continúa. El colchón de dotaciones del sistema ha descendido, así como el ratio de morosidad. De junio de 2014 a junio de este año esta hucha se ha recortado en más de 21.000 millones de euros, es decir, un 19,8 por ciento, hasta los 85.177 millones. La tendencia de caída de estas reservas se espera que se mantenga, siempre y cuando la reactivación económica mantenga su fortaleza. Disparidad Pero los números no son iguales en todas las entidades. Mientras que algunas presentan ya crecimientos superiores de los márgenes de intereses superiores al 10 por ciento, otras todavía registran descensos. Y en esta situación es difícil lograr las rentabilidades que exige el mercado y los supervisores para evitar una fusión. El sector espera que en 2016 se produzca una nueva oleada de concentración de grupos. Todas las quinielas apuntan hacia las entidades de mediano tamaño como las protagonistas de estas integraciones, bien entre ellas o bien por su integración en otras de mayor tamaño. De momento intentan limpiar al máximo sus balances con ventas de activos no estratégicos, como inmuebles y créditos impagados. El único banco de relevancia que aún sufre pérdidas es Ceiss -antigua Caja España-Duero-. La hoy filial de Unicaja no ha podido remontar la situación al encontrarse en un proceso de reestructuración y en junio obtuvo unos números rojos de 1,1 millones de euros. Eso sí, son inferiores a los de hace un ejercicio, cuando alcanzaron los 15 millones. Y otro grupo que ha publicado cuentas no muy favorables ha sido Kutxabank, que consigue esquivar las pérdidas gracias a la venta de activos no estratégicos. Gana 123 millones, pero se debe a estos extraordinarios. Su resultado de explotación está en negativo, con 39 millones de euros debido a que sus provisiones para impagos crecieron el doble, en contra de la tendencia del sector.