Renfe prosiguió en junio la senda de mejora de su cuenta de resultados que ya se apreció en los cinco primeros meses del año. Según las cuentas que examinó ayer el consejo de administración, el resultado neto mejoró en un 53 por ciento respecto al mismo periodo de 2014, hasta quedar los números rojos en 60 millones. La meta es perder 2015 alrededor de 100 millones, la mitad que en 2014. En cuanto al resultado bruto de explotación (ebitda), se disparó el 71 por ciento, a 126 millones. Los ingresos totales ascendieron a 1.493 millones, lo que supone una mejora del 3 por ciento. La facturación se está recuperando impulsada por el alza en el número de viajeros de AVE y Larga Distancia, que aumentaron un 10 por ciento en el primer semestre, hasta quince millones de viajeros (un millón más, sobre todo de las líneas de alta velocidad). La reducción de las pérdidas se produce, además, gracias a la mejora de la tasa de ocupación media hasta el 64,5 por ciento. En la red de alta velocidad, la ocupación ha crecido en los seis primeros meses 3,1 puntos respecto a 2014, hasta situarse en el 69 por ciento.