El Ejecutivo comunitario propone un crédito puente de 7.000 millones para tres mesesReino Unido lidera el grupo que rechaza crear un fondo para las necesidades helenas más urgentes"No existen muchas opciones" para pagar los 7.000 millones de euros que Grecia debe cubrir el lunes que viene, y casi la única alternativa entraña dificultades políticas de alto riesgo, reconoció ayer el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. A pesar del riesgo de un enfrentamiento a cara de perro con los países europeos de fuera del euro, la Comisión hizo caso omiso a las señales de peligro y propuso recurrir al Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera para prestar los fondos que necesita urgentemente el Gobierno griego para pagar primero al FMI los algo más de 2.000 millones que le debe, y luego al BCE los 3.500 millones que vencen este lunes. Sin este dinero en los cofres del eurobanco, el BCE se vería obligado a declarar insolvente a Grecia y retirarle la línea de emergencia, provocando así el hundimiento de su sistema bancario, y su salida del euro. Todo el drama político de altos vuelos de los últimos días no hubiera servido para nada y la eurozona finalmente se desmembraría. Pero los socios fuera de la eurozona también tienen voz en este mecanismo comunitario, ya que los fondos que pesca en los mercados para los préstamos están respaldados por el Presupuesto de la Unión Europea. Y Reino Unido, junto con países como Suecia, Dinamarca, Polonia o la República Checa ya han dicho que no están dispuestos a dar su visto bueno. Más aún, los líderes europeos se comprometieron a finales de 2010 a no recurrir a este fondo para salvar a socios de la eurozona, tras la creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad, el fondo de rescate de los socios del euro. Sin embargo, Dombrovskis argumentó que el préstamo es para evitar "consecuencias negativas" también para los que no pertenecen al club del euro. Más necesidades en agosto Para mitigar su oposición, la Comisión Europea propone recurrir sólo a 7.000 millones de euros para las necesidades más urgentes, aunque necesitará otros 5.000 millones de euros para Grecia antes de mediados de agosto. Promete que el préstamo será sólo para tres meses, hasta que se cierre un programa de rescate con Atenas (en principio en alrededor de cuatro semanas), con el que devolver los fondos usados. Finalmente, propone respaldar estos préstamos usando como garantía los 3.600 millones en beneficios de los bonos griegos adquiridos por el BCE y prometidos a Grecia, o fondos comunitarios adjudicados al país en estos próximos años. "Dada la urgencia, y la preocupación real por las consecuencias financieras negativas para los países que no pertenecen a la zona euro, debería ser posible" usar este instrumento, insistió Dombrovskis, aunque reconoció que la decisión estará en manos del Consejo, donde requiere una mayoría cualificada. La otra alternativa "realista", en opinión de Drombovskis, son los préstamos bilaterales, pero reconoció que no se prevé que vaya a suceder. Para acceder a estos fondos, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, debe conseguir el aprobado de su parlamento a la reforma del IVA, pensiones y su agencia estadística, que los diputados se disponían a votar al cierre de esta edición, y el visto bueno de los socios del euro para iniciar la negociación del tercer rescate, lo que se espera para finales de esta semana. Eurogrupo telefónico Para intentar llegar a un acuerdo sobre este crédito puente, el Eurogrupo mantendrá hoy una teleconferencia. Si los ministros de Finanzas del euro apuestan también por el fondo comunitario, la petición deberá pasar al conjunto de los socios de la UE, probablemente también por teleconferencia dado el poco tiempo disponible. Una vez se solucione este urgente nudo gordiano para evitar la salida de Grecia del euro, los quebraderos de cabeza sólo habrán empezado para Atenas. No en vano, el Bundestag alemán y otra media docena de Parlamentos nacionales que no simpatizan con el nuevo rescate también deberán dar su respectivo visto bueno antes de finales de semana. Sólo cuando esto suceda el Eurogrupo mantendrá otra teleconferencia para autorizar el arranque de la negociación del programa de rescate. Las previsiones más optimistas apuntan a que los draconianos ajustes se podrán acordar con el Ejecutivo de Syriza en unas cuatro semanas, tiempo en el que sistema bancario griego continuará al borde del colapso y la eurozona a un paso de su fractura.