Airbus sigue analizando el propio programa y el protocolo para su utilizaciónAirbus Defense&Space, la filial militar del grupo aeronáutico, confirmó ayer mediante un comunicado lo avanzado por la prensa alemana (la sede de Airbus D&S está en Munich) en las últimas semanas: la causa de la caída de un avión A400M que realizaba su primer vuelo minutos después de despegar de la planta de ensamblaje de Sevilla se debió a la "congelación de la potencia" de tres de sus cuatros motores. Es decir, un fallo múltiple provocado a su vez por problemas con el software que controla los cuatro motores turbohélice, como se avanzó apenas dos días después del siniestro del 9 de mayo, en el que fallecieron cuatro empleados de Airbus. Sin embargo, los motivos últimos que originaron ese fallo en el software siguen sin estar claros ya que las cajas negras no recogen la información de los pasos previos al despegue del aparato. Este comunicado llega después de que la semana pasado un miembro del comité directivo de Airbus Group y director de Márketing y Estrategia de la compañía, Marwan Lahoud, señalara al conjunto de la planta de Sevilla (FAL, en sus siglas en inglés) como causante del accidente. "Tenemos un serio problema de calidad en la planta de ensamblaje de Sevilla", señaló. Y añadió que la carga del software para hacer el primer vuelo del avión siniestrado se hizo mal en Sevilla. De ahí que algunos medios franceses o alemanes hayan apuntado al fallo humano como origen. Sin embargo, fuentes de Airbus D&S en España explicaron ayer que, tras la alerta enviada el pasado 19 de mayo a los ejércitos de cinco países que ya usan el avión para evitar el problema con el software, se está analizando tanto el propio programa informático como el protocolo de instalación. "Se están diciendo cosas sin tener aún el conocimiento completo de lo ocurrido. Hay una fragilidad, primero, en el propio software, ya que ante una discrepancia entre los dos sistemas informáticos con que cuenta cada uno de los cuatro motores, los detiene. También hay fragilidad porque ese problema surge en vuelo, no se detecta en tierra ni siquiera en los test que se hacen, una vez cargado el software, antes del despegue", detalla este portavoz. En segundo lugar, esta fuente señala que evidentemente los protocolos de instalación del software se están revisando para que no vuelva a producirse este fallo. Origen último Es decir, Airbus sabe por qué se pararon los motores y ya ha establecido el protocolo para evitarlo, pero el origen último del fallo está aún por identificar dentro de la cadena que va desde la fabricación del software hasta su instalación en el motor, y aún no ha salido a la luz. Por ello, señalar al último eslabón de la cadena, la planta de ensamblaje del avión en Sevilla, no se ajusta al estado de la investigación. Además, la compañía señala que el análisis preliminar de las cajas negras realizado por la comisión de investigación liderada por el Estado español (Citaam) indica que el resto de sistemas del avión "se comportó con normalidad" y no se identificó ninguna otra anomalía durante el vuelo. Esto es, que no hay problemas estructurales.