La AEB cree que el sector debe aspirar a un Roe sostenible del 10% en 2025El redibujo del mapa bancario español continúa abierto aún cuando el censo de entidades se ha reducido desde 53 a 13 desde el ejercicio 2008. El presidente de la patronal de los bancos (AEB), José María Roldán, consideró ayer factible nuevas fusiones propiciadas por la necesaria búsqueda de rentabilidad, dada la mayor facilidad para meter tijera en costes de forma rápida cuando se dan integraciones. El escenario de tipos de interés casi cero, junto a la desaparición de una cuarta parte del negocio crediticio y el pesado lastre de los saneamientos mantienen la rentabilidad en cotas escasas aún cuando el sector ha prescindido de un tercio de la estructura -oficinas y plantilla-. Según el también exdirector general del Banco de España, el Roe del 20 por ciento precrisis -rentabilidad sobre recursos propios- no volverá "ni es bueno que vuelva" porque se encontraban construído sobre una burbuja y un perfil de riesgo indeseado. Pero el sector debe aspirar, a su juicio, a conseguir una rentabilidad estructural y no volátil del 10 por ciento en una década, "para lo que deberían también cambiar los tipos" y subir de nuevo. En la actualidad se sitúa en el 5,75 por ciento en los bancos de la AEB, con mucha diversidad por entidades. A pesar del desafiante escenario, la inflexión apareció el pasado ejercicio. El beneficio atribuído de los grandes bancos aumentó un 35,30 por ciento, hasta alcanzar los 9.834 millones de euros, algo que les permitió cosechar el mejor ratio de rentabilidad en cuatro años. El cambio de rumbo se asentó, sin embargo, en una mejora del margen puro bancario o financiero construída sobre un abaratamiento del coste de los depósitos, que ya comienza a dar síntomas de agotamiento. Más ajustes en gastos A futuro, la industria cuenta a su favor con un potencial alivio en la carga de provisiones, dado que la morosidad parece estabilizada y aunque Roldán estimó que tardará dos o tres años ser inferior a dos dígitos. La segunda tecla a tocar a su juicio son los costes, pese a que los bancos sacrificaron el pasado año un 8 por ciento de oficinas y el 4 por ciento de la plantilla en nuestro país. Solo en España la factura de saneamientos y gastos de explotación devoró un 80 por ciento del margen bruto -9.725 millones y 14.591 millones, respectivamente-. Propiciar ahorro es la medida más fácil de manejar mientras el negocio no despegue. Por vez primera desde el año 2010, el crédito vivo gestionado por los bancos subió un 1,6 por ciento por el empuje de la nueva producción y la integración en el balance de algunas antiguas cajas. La AEB estima que el stock crediticio del conjunto del sector, bancos y antiguas, cajas no crecerá hasta final de año o principios de 2016, sobre todo por la predilección de las grandes empresas por financiarse en los mercados con deuda.