Las coberturas para estos viajes son muchas, y varían en función del pasajeroLos aeropuertos españoles de la red de Aena registraron 195,9 millones de pasajeros en 2014 de una gran cantidad de vuelos en los que apenas hay percances o accidentes, por lo que si extrapolamos estos datos a nivel mundial, y se consideran los escasos accidentes con víctimas que se producen al año -16 en 2014, según datos del Aviation Insurance Review de Marsh- todo ello convierte a este medio de transporte en uno de los más seguros con gran diferencia. Pero ya sea por ocio o por motivos de trabajo, es necesario tener los riesgos cubiertos al viajar. Para eso, los seguros de viaje cuentan con coberturas y garantías que se adaptan a las necesidades. Los riesgos más comunes a la hora de coger un avión son los relacionados con las pérdidas de los vuelos, cancelaciones o el equipaje. De acuerdo con InterMundial Seguros, en el verano de 2013 cancelaron sus viajes cerca de 800.000 personas, con un coste económico de 240 millones de euros. Según sus datos, sólo el 19 por ciento contaba con seguro de cancelación de viaje. Estas pólizas son de las más demandadas, explican desde Europ Assistance, especializada en seguros de viaje, "ya que las tarifas incluyen en muchas ocasiones gastos de cancelación en caso de anular el viaje". Pero a la hora de elegir coberturas de equipaje, "más que el medio de transporte, prima el destino", explican. Y algo que muchos desconocen: las tarjetas de crédito que emiten las entidades financieras también cuentan con seguros de viaje vinculados. Son seguros que siempre llevamos encima, pero la gran mayoría desconoce qué coberturas tienen y cómo reclamarlos. Fuentes de Visa especifican que "los seguros vinculados a las tarjetas dependen de las entidades emisoras y del tipo de producto". Seguros obligatorios Entre los seguros obligatorios está el de Responsabilidad Civil (RC) que debe tener contratado la aerolínea encargada de operar el vuelo. A este se suma que las aerolíneas cuentan con pólizas para cubrir el propio aparato, y que suelen incluir una cláusula que cubre los daños al aparato provocados en caso de sabotaje, acto de terrorismo o guerra. Esta misma división se presenta en los seguros de RC, que cubren las causas accidentales y las derivadas de actos de sabotaje o terrorismo, explican fuentes de Marsh. Además de las contratadas por las aerolíneas, en caso de accidente, entran en juego todos los seguros que los pasajeros tengan contratados de forma personal. Los más habituales incluyen asistencia sanitaria además de coberturas en caso de cancelación del viaje o pérdida de equipaje, como nos explican en Europ Assistance. Algunos seguros de viaje incluyen, además, coberturas de accidente. Por último, aunque quizás sea el primer seguro que viene a la cabeza al pensar en un accidente aéreo, está el de vida. Dentro de la gama de pólizas que existen en esta área, los seguros de vida-riesgo son los encargados de cubrir la vida del asegurado, y de indemnizar en el caso de sufrir un percance.