Vende la mayor parte de su área inmobiliaria por 26.000 millones a Blackstone y WellsDesde la crisis financiera de 2008, Jeff Immelt, el capitán del conglomerado industrial General Electric, se había convertido en carne de cañón de muchos inversores por el variopinto portafolio de negocios que lastraba los beneficios de la compañía. En especial las actividades bancarias de la entidad, lo que se conoce como GE Capital, se había convertido en una importante losa debido a las nuevas regulaciones y requisitos que pesan sobre el sector. Sin embargo, en un golpe de efecto, Immelt anunció ayer un profundo plan de reorganización que incluye la venta de GE Capital Real State, en una operación valorada en 26.500 millones y que desmantela uno de los principales legados del archiconocido Jack Welch, quien fuera el predecesor de Immelt al frente de una de las compañías clave del corporate estadounidense. "GE venderá la mayoría de los activos de GE Capital Real Estate a fondos gestionados por Blackstone. Wells Fargo comprará una parte de los créditos vigentes al cierre", explicó la multinacional en un comunicado. Si Blackstone y Wells Fargo desembolsarán aproximadamente 21.700 millones, GE indicó haber recibido muestras de interés por parte de otros compradores potenciales de activos inmobiliarios comerciales, lo que elevaría el montante de la transacción a 25.000 millones. "No somos sentimentalistas", aseguró el consejero delegado de GE durante una entrevista con la CNBC. Y es que con esta decisión, la compañía, que tiene una plantilla de 305.000 empleados y presencia en 175 países, podría deshacerse de las esposas doradas que la consideran como una entidad financiera "demasiado grande como para dejarla caer". Esta famosa coletilla que implica ciertos requisitos que ahogan los resultados de muchas entidades financieras, entre ellas GE Capital. Es por ello que el objetivo de Immelt es que General Electric mantenga sus negocios financieros "verticales", incluyendo GE Capital Aviation Services, Energy Financial Services y Healthcare Equipment Finance, relacionados directamente con negocios industriales estratégicos. De este modo, GE pretende reducir a 84.900 millones el peso de los activos de GE Capital. Asimismo, espera que "para 2018" más del 90 por ciento de sus ingresos sean generados por sus negocios industriales de alta rentabilidad, frente al 58 por ciento del año pasado. Dicho esto, estos cambios no suponen el fin de los problemas para la multinacional. El vicepresidente de crédito de la agencia Moody´s, Mark Wasden, advirtió que aunque el alineamiento estratégico entre GE Capital y GE es una operación positiva, esta transición "supone un avance hacia una cartera más concentrada de activos con mayores riesgos". La nueva GE se centrará en el sector energético y mantiene su dominio en la industria de la aviación.