?ECONOMÍALos riesgos proceden de la política y las cuentas precisarán un ajuste extra de 9.000 millones en 2016elEconomista Viernes, 27 de febrero de 2015El giro europeo procedente de la nueva Comisión Europea, los estímulos de un BCE más descarado respecto del Bundesbank y la caída del precio del petróleo beneficiarán a España como a ningún socio de la eurozona. La Comisión mejoró a primeros de febrero sus perspectivas para España como a ningún otro respecto a las proyecciones de noviembre: espera ahora que la economía española crezca un 2,3 por ciento este año, seis décimas más que en otoño. Para 2016, el PIB español crecerá un 2,5 por ciento. El Ejecutivo comunitario también revisa al alza el crecimiento para el conjunto europeo, aunque la recuperación seguirá "baja y lenta", según el Comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici. En el caso de la eurozona, se espera que el PIB crezca un 1,3 por ciento este año, frente al 1,1 por ciento previsto hace cuatro meses, mientras que tomará ritmo para registrar un 1,9 por ciento en 2016. Para el conjunto de la UE, el avance será del 1,7 por ciento (1,5 en otoño) este año y 2,1 el que viene. El desempleo, talón de Aquiles de España, registrará un significado descenso, aunque sin romper la barrera del 20 por ciento a finales de 2016. Expertos de la Comisión explican que la merma del paro podría ser mayor por el efecto arrastre de medidas adoptadas de cara a 2016. Factores que sobresalen en rojo, como las tasas negativas de IPC queregistrará nuestro país todo este año, no se interpretan como riesgo, pues ayudarán a ganar competitividad frente al resto de socios. La recuperación "parece haber ganado momentum al mejorar las perspectivas del mercado laboral, el relajamiento de las condiciones financieras, el refuerzo de la confianza, el desvanecimiento de las incertidumbres económicas y la caída de los precios de la energía", dice el informe sobre España. No obstante, nubarrones como el cargado año electoral y la incertidumbre sobre el impacto de la reforma fiscal, unidos al golpe de la inflación sobre el crecimiento nominal, harán que España no cumpla su objetivo fiscal en 2016. Registrará un déficit del 3,7 por ciento, en vez del 2,8 fijado. El desnivel requeriría un tijeretazo adicional de 9.000 millones, que Moscovici no quiso detallar. A pesar de los riesgos políticos apuntados, Moscovici no quiso profundizar sobre el posible impacto de la llegada de Podemos al poder. Los ciudadanos votan, luego "tratamos con las consecuencias". España se halla así en el pelotón de cabeza de la UE, junto con Polonia y Reino Unido, todos con crecimientos por encima de la media europea. Por primera vez desde que estallara la crisis en 2008, todos los socios de la UE crecerán. Los expertos comunitarios apuntan fuera de cámara que el "cambio de narrativa" de los últimos meses, con un ligero relajamiento en el ajuste y más atención a los estímulos fiscales y monetarios, está creando un "círculo virtuoso" que puede estimular la demanda interna. La pregunta es hasta qué punto la mejora general será suficiente para que salven la cara Francia, Italia y Bélgica, países en la cuerda floja de los que no están bajo rescate. Las previsiones de la Comisión no alcanzaron a tener en cuenta la victoria de Syriza en Grecia, que hoy es el principal quebradero de cabeza para la UE.