La sociedad, participada por los magnates George Soros y John Paulson, no prevé elevar su oferta por la inmobiliariaHispania sigue adelante en su intención de comprar Realia, la inmobiliaria de Bankia y FCC, a pesar de que la constructora haya decidido no vender su participación del 36,88 por ciento. La sociedad, cuyos principales accionistas son los magnates George Soros y John Paulson, anunció una opa voluntaria sobre el cien por cien de la inmobiliaria a un precio de 0,49 euros por acción y según han confirmado a este periódico fuentes cercanas a Hispania, van a seguir adelante sin realizar ninguna modificación en su oferta. "El proceso sigue en marcha con normalidad, esperarán a que la CNMV apruebe el folleto y se lanzará la opa en las mismas condiciones en las que se anuncio". La firma, gestionada por Azora, ha tomado esta decisión después de reunirse para analizar la nueva situación tras la retirada de FCC. El grupo, controlado por el mexicano Carlos Slim, explicó a través de una notificación en la CNMV que "la decisión obedece al hecho de que tras la ampliación, que ha permitido un fortalecimiento de la situación patrimonial y financiera del Grupo, se encuentra en revisión el plan de inversiones y desinversiones". Además, con la ampliación entró en la constructora con una participación de control, Slim, que también está estudiando las fórmulas legales para poder comprar Realia a través de alguna de sus otras sociedades. Por debajo del mercado La oferta de Hispania nunca fue bien recibida por el mercado, al considerarse que ofrecía un precio de derribo por la inmobiliaria, ya que estaba un 28 por ciento por debajo de la cotización de Realia. Ahora, tras el anuncio de FCC, la cosa se complica aún más, ya que Hispania necesita la adhesión a su oferta del 55 por ciento de los accionistas. Excluyendo a la constructora, el segundo mayor accionista de Realia es Bankia, que controla el 24,95 por ciento. La entidad, por mandato de Bruselas, tiene la obligación de vender sus participaciones industriales, sin embargo, cuenta todavía con un margen de dos años para acometer estas desinversiones.