Escepticismo en el Foro de Davos sobre la acción del BCE: el plan por sí mismo no basta, ni es la panacea para el euroLa canciller alemana, Angela Merkel, reiteró en el Foro Económico de Davos la independencia del Banco Central Europeo, aunque de nuevo subrayó que la decisión de Draghi no ha de eximir a los países de seguir con las reformas. También pidió unas "políticas fiscales sólidas orientadas al crecimiento". El revolucionario plan del BCE para reanimar la eurozona recibió una tibia bienvenida en Davos. Los participantes dudaron de que se convierta en el revulsivo para la moneda común y algunos, como Merkel, advirtieron de que esperar por los resultados "será un tiempo perdido para Europa". "Con estas medidas no compramos tiempo para evitar hacer reformas", sentenció la canciller mientras Mario Draghi hablaba en Fráncfort. El común denominador de los pronunciamientos en Davos evidencia más escepticismo que entusiasmo. Ninguna voz autorizada se atrevió a augurar en un paquete de más de un billón de euros la panacea para la divisa común: aunque el aprecio a la determinación de Draghi fue generalizado, el plan, por sí mismo, "no basta". Menos efecto que en EEUU El exsecretario del Tesoro de Estados Unidos Larry Summers descartó ya que sus efectos vayan a alcanzar los de la Fed puesto que en EEUU la medida fue "una sorpresa" y se desarrolló en un sistema más dependiente de los mercados de capital que el europeo. Como ya estaba previsto, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, respaldó el bazuca monetario y dio la bienvenida a las medias de Mario Draghi: "Reforzarán robustamente la política acomodaticia del BCE", señaló en un comunicado. Añadió que la expansión del balance de la institución "reducirá el coste del crédito en toda la zona del euro, aumentará las expectativas de inflación y reducirá el riesgo a un periodo de estancamiento". Lagarde apoya a Merkel La directora gerente del FMI pero coincidió con Merkel en que el plan necesita verse complementado con las reformas estructurales que sigue echando de menos en Europa, ya que, en el contexto actual, "apenas hay un par de países que se puedan beneficiar del margen fiscal".