El auditor pone salvedades a su corporación empresarial y eleva un 130% sus pérdidasLa Once ha decidido dar un vuelco estratégico a su cartera empresarial y abandonar por completo el negocio inmobiliario, en el que operaba a través de su participada Oncisa. Según explican fuentes de la organización de ciegos, "el objetivo es centrarnos en actividades que sean muy intensivas en mano de obra para poder generar el mayor número posible de empleos, teniendo en cuenta que más de la mitad corresponden a personas discapacitadas". El esfuerzo inversor se centrará así en el negocio hotelero -el grupo es propietario de la cadena Confortel- y, sobre todo, en el área de servicios, con actividades como la seguridad o la limpieza, además de las tiendas de conveniencia que la Once explota ya en hospitales y estaciones de tren. El holding Corporación Empresarial Once, que se ha transformado ahora en la nueva Ilunion, integrando todas las compañías de la organización, alcanzó ya el pasado verano un acuerdo con la sociedad Hispania Activos Inmobiliariarios para traspasarle por 80,2 millones de euros el 90 por ciento de Oncisa y quedarse con una participación de sólo el 10 por ciento, pero ha optado ahora por abandonar completamente el negocio. Ampliación de capital Aquella operación se materializó a través de la suscripción de una ampliación de capital y permite a Hispania hacerse con el control de la sociedad de la Once, que gestiona 46.416 metros cuadrados de oficinas. Los activos de la inmobiliaria se distribuyen en 9 inmuebles valorados en 120,4 millones de euros, incluida deuda, de los que ocho se encuentran en Madrid y uno, en Málaga. El acuerdo se alcanzó en el marco de un convenio de colaboración más amplio, suscrito por el Grupo Azora y la Fundación Once y que sienta las bases de colaboración entre ambas entidades para el apoyo a proyectos de inclusión socio-laboral de personas con discapacidad y de mejora de accesibilidad a bienes y servicios. Oncisa se había convertido en un quebradero de cabeza para los máximos responsables de la Once tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis económica. Al cierre del último ejercicio, el de 2013, los ingresos de la corporación empresarial cayeron un 3,5 por ciento, hasta 417,8 millones y las pérdidas crecieron casi un 80 por ciento al pasar de 14,77 millones a 25,78 millones de euros. Salvedad en las cuentas Esas pérdidas deberían ser no obstante mayores, según advierte PricewaterhouseCoopers, la firma que se ha encargado de auditar sus estados financieros. La Once registro un deterioro por activos inmobiliarios, incluidos el valor de dos hoteles, de 31,5 millones en 2012 y de 34,9 millones y el problema, según el auditor es que "en ambos ejercicios, estos deterioros han sido registrados en su totalidad contra sus reservas, en lugar de haberse registrado como pérdidas (...), tal y como requiere el marco normativo de información financiera aplicable". En la práctica, esto significa así que las pérdidas consolidadas se habrían elevado así a 60 millones de euros, lo que supone un 130 por ciento por encima de las publicadas en el Registro Mercantil. Fuentes de la Once admiten una "discrepancia en este sentido con el auditor", asegurando que si se ha cargado a reservas es porque ese deterioro del valor de los activos no corresponde a la actividad ordinaria de la corporación empresarial, confiando además en que se pueda producir una recuperación del mismo. Pese a los números rojos, el nuevo holding Ilunion tiene una situación financiera saneada. La corporación empresarial tiene un patrimonio neto de 372 millones de euros y su deuda se eleva a 225 millones. El 15 de enero de 2014, la Once aprobó y suscribió asimismo una ampliación de capital con prima de emisión por importe de 7 millones de euros. El próximo objetivo ahora es la consolidación de la nueva marca Ilunion en todas las compañías, incluyendo así, por ejemplo, un cambio en el nombre de los hoteles. "Poco a poco se irá introduciendo la nueva marca y al final Ilunion acabará sustituyendo de forma completa a Confortel", aseguran en la organización de ciegos españoles. Las cifras de la organización A falta todavía de que se conozcan las cifras del año 2014, el importe neto de la cifra de negocios de la Once y sus sociedades dependientes en el ejercicio 2013 ascendió a 2.237,5 millones de euros, lo que supone una disminución del 3,9 por ciento respecto al ejercicio anterior, motivada por las caídas del 4, por ciento de la venta de productos de juego, además de la disminución de la facturación de su corporación empresarial. El déficit de explotación consolidado del ejercicio 2013 se situó en 89,7 millones de euros, frente al superávit de 35,8 millones de euros registrados en el ejercicio anterior, lo que supuso un descenso de 125,5 millones de euros. Asimismo, el patrimonio neto consolidado ascendió a 31 de diciembre de 2013 a 626,9 millones de euros, frente a los 709,1 millones de euros del año anterior. Para impulsar ahora su crecimiento, el pasado 14 de enero se acordaron varios nombramientos en el área empresarial. El Consejo General de la Once nombró a Alberto Durán presidente del consejo de administración de Ilunion, como representante del accionista único, mientras que Alejandro Oñoro , un economista de 42 años y natural de San Sebastián, fue designado consejero delegado y, por lo tanto, primer ejecutivo del holding de sociedades.