Es el director general de la cadena hotelera española Vincci HotelesCarlos Calero, que ha dedicado toda su vida profesional al sector hotelero, primero en Trip Hoteles y ahora en la cadena Vincci, fundada por su familia, habla de la actual situación de su empresa y del sector. ¿Cómo surgió la idea de crear Vincci Hoteles? Nosotros éramos el 30 ciento de Trip. Cuando se vendió, teníamos un nicho de mercado en los hoteles de 4 y 5 estrellas, así que decidimos montar Vincci. Buscando ciudades que atraigan turismo, dentro de las cuales nos gusta establecernos en el centro. Cada uno de nuestros hoteles tiene personalidad propia, además cuidamos la atención que reciben los clientes para que sea de calidad. ¿Por qué eligen las grandes ciudades? Vivimos de los segmentos urbano y vacacional, las grandes ciudades tienen mayor desarrollo empresarial y atraen más turistas. Próximamente abriremos en Madrid, Bilbao, Valencia, Lisboa, Oporto y Málaga. ¿Por qué han decidido instalarse en Túnez? En la época de Trip, teníamos allí un proyecto y cuando se creó Vincci conservábamos los contactos y conocíamos el país. Pasamos dos años complicados, por la primavera árabe, pero ahora es un país muy estable y desconocido en España. En el sector turístico es un rival de España dentro del mediterráneo. Somos muy cautos a la hora de expandirnos, estamos mirando también el Caribe. Nos encantaría estar en las grandes ciudades mundiales , pero los proyectos tienen que ser rentables. ¿Cómo ha evolucionado el sector durante la crisis? Desde mayo se está notando la consolidación. La ocupación ha variado poco, nos hemos adaptado a la demanda, porque ahora el cliente está informado y es más exigente en calidad y en trato. El personal es el que consigue queel cliente repita y haga buenas críticas, convirtiéndose en el mejor comercial. ¿Son los recursos humanos la identificación de la marca? Es uno de nuestros pilares junto con ubicación, servicios y mantenimiento de las instalaciones. Se pueden reducir costes, pero han de ser imperceptibles para los clientes. ¿Qué ajustes se pueden hacer sin que se reduzca la calidad? Aquellos que el cliente no percibe de forma evidente, negociando con los proveedores. Hemos prescindido de cosas sin las que podemos seguir trabajando. Es una conclusión que debemos sacar de la crisis. ¿Han contratado más personal? Cuando abrimos nuevos establecimientos, buscamos la promoción interna. Es una forma de motivar a los empleados.