UBS prevé nuevas pérdidas en el segundo semestre por su división de inversiónmadrid. Las dudas continúan sobre la evolución del sector bancario europeo. En los últimos meses, las grandes casas de análisis han puesto en entredicho la fortaleza y solidez de las entidades. En la jornada de ayer, el encargado de meter el miedo en el cuerpo fue Goldman Sanchs. En un informe, el grupo de inversión dibujó un panorama oscuro para las compañías financieras por el endurecimiento del crédito y por las necesidades de capital. Los españoles no escaparon de la preocupación de los expertos de Goldman, aunque sí salieron algo mejor parados que el resto. El estudio rebaja el precio objetivo de la cotización del conjunto de bancos nacionales, pero por diferentes motivos a la crisis subprime y de liquidez. Los peor parados son Bankinter, Popular y Sadadell. De este último argumenta la rebaja de su recomendación en las menores expectativas a una fusión con otra entidad. "Han disminuido las opciones de que se vea envuelto en movimientos corporativos", explica Goldman Sachs. Sobre los dos grandes bancos españoles se muestra algo más optimista, si bien revisa a la baja su consejo de compra de títulos. En cuanto al Santander, el broker arguye su decisión con la recuperación que está experimentando en bolsa, porque cree que "ha sorteado bien la crisis" y que "está bien posicionado en Lationamérica, Reino Unido y España". Del BBVA, por su parte, indica que es previsible que "no mejore su negocio en el continente americano". Beneficios a la baja Los españoles son los mejor valorados de una larga lista de bancos europeos. Ninguno ha salido con una buena nota. El grupo de inversión norteamericano estima "más que probable" que el sector requiera de nuevas ampliaciones de capital, por valor un valor de entre 60.000 y 90.000 millones, y no descarta que las pérdidas sean similares a las registradas en la crisis de principios de los años noventa, por lo que rebajó los beneficios de todos para los ejercicios de 2008 y 2009. "Las presiones regulatorias y un brusco giro en el ciclo crediticio en Europa son las dos principales fuentes de incertidumbre para los inversores de los bancos", señala el informe. Las noticias negativas sobre el sector no quedaron ahí. Si hace dos días, el presidente de UBS negaba que el banco necesitara más inyecciones de capital, ayer la entidad suiza emsombreció el panorama con la confirmación de que registrará pérdidas en el segundo trimestre del ejercicio. En un comunicado, UBS adelantó que su resultado podría ser "ligeramente inferior al equilibrio", por lo que, de confirmarse, sería mejor que las expectativas del mercado. No obstante, ratificaría una situación todavía delicada. La entidad espera pérdidas en su departamento de banca privada, que serán compensadas a su vez por las ganancias en las divisiones de gestión de patrimonio global y negocio de banca y en la de gestión de activos. Por si fuera poco, la preocupación regresó a la firma hipotecaria británica Bradford & Bingley (B&B) después de que el fondo de capital riesgo TPG renunciara a la adquisición del 23 por ciento de la entidad, por el que habría abonado 179 millones de libras esterlinas (226 millones de euros). TPG tomó la decisión después de que la agencia de calificación crediticia Moody's rebajara los ratings de la hipotecaria británica ante el deterioro de su negocio y el incremento de los impagos.