Los litigios de Credit Suisse en EEUU parecen no tener fin. Tras pactar el pago de más de 2.500 millones de dólares a mediados de año por su relación con la evasión de impuestos, ahora podría tener que desembolsar hasta 10.000 millones de dólares (8.200 millones de euros), por la acusación de haber cometido fraude en la venta de valores respaldados por hipotecas. Según informa Bloomberg, un juez de la Corte Suprema de Nueva York ha rechazado la solicitud de la entidad de desestimar la denuncia, que conlleva una sanción por daños y prejuicios. De acuerdo con la resolución del juzgado, la demanda de la fiscalía es válida y se ha demostrado que la entidad suiza podría haber incurrido en una falta con sus operaciones. El caso se remonta 2012, cuando el fiscal general Eric Schneiderman presentó una querella contra Credit Suisse en la que acusaba al banco de haber aportado información insuficiente de forma intencionada sobre los riesgos de invertir en valores respaldados por hipotecas.