Iseo (Italia). Con este precio del petróleo, se corre el riesgo de la estanflación. Es decir, un crecimiento bajo de la economía al que se unen fuertes subidas del coste de la vida. ¿Superará Asia a Occidente? "Nada está escrito anticipadamente en el libro del destino". Robert Solow, veterano de la Segunda Guerra Mundial, de 83 años, lo ha visto todo en economía, desde la Gran Depresión hasta el actual retorno de una demanda redistributiva. Es el triunfo de Keynes, cuyo escepticismo sobre la perfección de los mercados comparte, y de su adversario-amigo, Milton Friedman. Solow, premio Nobel en el año 1987, mantiene la compostura: "Estamos en un momento delicado en varios frentes a la vez. Pero eso no quiere decir que vayamos a acabar mal". P ¿Cree que llegaría a producirse estanflación, con los precios que suben y el crecimiento que se detiene? R Es algo evitable. En EEUU, el segundo trimestre de 2008 puede cerrar con un crecimiento bajo cero, aunque por poco. Y esta tendencia podría mantenerse hasta 2009. Si los productores suben los precios, podría darse una carrera entre precios y salarios, aunque lo dudo. La Reserva Federal (Fed) hace una neta distinción entre la inflación conjunta y la de base, depurada de los productos alimenticios y energéticos. Ahora mismo, el aumento del precio del petróleo no se debe a una política monetaria demasiado acomodaticia, sino a cambios permanentes en la relación demanda-oferta que hay que absorber. Creo que el trabajo de un banco central consiste en no crear inflación de génesis interna con la pugna precios-salarios. P ¿Por qué dice que duda que se produzca una carrera precios-salarios? R Por muchas razones. Una de ellas es que, en EEUU, han dejado prácticamente de existir los sindicatos y, por lo tanto, los salarios son menos sensibles al ciclo económico. Creo que también en Europa los sindicatos han cambiado. Otra razón es que el 80 por ciento de los americanos trabaja en el sector servicios, que tiene una dinámica diferente. Es decir, la curva de Phillips ya no es la que era. Es mucho más plana. Por ejemplo, un cierto aumento del paro tiene mucho menos impacto directo sobre los salarios que hace un tiempo y, por lo tanto, un menor impacto deflactario. P En Europa, hay quien considera la política de la Reserva Federal demasiado acomodaticia a la inflación... R El Banco Central Europeo tiene un solo mandato: el control de la inflación. Mandato que proviene del Bundesbank, al que yo critiqué a menudo por ser demasiado monocorde. La Fed, en cambio, tiene responsabilidades también en el crecimiento y eso le proporciona un mayor activismo. El BCE me parece un poco pasivo. La Fed tiene un Gobierno y un Congreso con los que interactuar. El BCE está más aislado, aun teniendo muchos Gobiernos. P ¿Habrá todavía sorpresas en el frente de las hipotecas y de las finanzas relacionadas con ellas? R Sobre este asunto existen dos problemas diferentes, con plazos distintos. La crisis de las hipotecas se hubiera producido en cualquier caso, porque fue producto de la burbuja inmobiliaria. Se construyó demasiado y, aunque no se hubiesen producido los fallos del sistema financiero, se habría provocado una burbuja de viviendas e hipotecas por absorber. En cualquier caso, este tema va para largo, porque cada vez más personas no pueden pagar sus hipotecas, y porque los valores inmobiliarios se siguen hundiendo. Se trata de una cifra equivalente al 1 ó 1,5 por ciento del PIB que ha desaparecido, desaparece y desaparecerá, y hay que absorberla. Para lo que se necesitan todavía tres o cuatro años, porque la burbuja ha sido enorme. Y la Fed es en parte responsable. En el ámbito estrictamente financiero, diría que si estuviésemos en el béisbol, estaríamos en la séptima entrada de nueve. Aunque todavía podríamos tener alguna mala sorpresa del tipo Bear Sterns antes del final, con pérdidas relevantes. P ¿Y el dólar? ¿Está de acuerdo con los que sostienen que seguirá siendo la moneda internacional número uno, pero menos que antes? R Totalmente de acuerdo. El dólar se ha depreciado demasiado y durante demasiado tiempo: crece el papel del euro como moneda internacional. Y la situación anterior del dólar de absoluto predominio no era natural. Una situación que procuró grandes ventajas, como la posibilidad de endeudarse a coste cero o casi, así como diversas desventajas, la más grave: acostumbrarse a préstamos fáciles. P ¿Ve un retorno al proteccionismo? R En EEUU se da un misterio, una tendencia histórica constante hacia el proteccionismo tanto en el sector público como en las empresas privadas. Una tendencia que, desde la época del segundo Roosevelt, ha sido derrotada. Y creo que también será derrotada esta vez. No renunciaremos al Nafta y al libre mercado. Tengo que añadir, sin embargo, que, sobre todo por culpa de los economistas, se crearon expectativas sobre los mercados que éstos objetivamente no pueden satisfacer. P El mundo en el 2050: ¿Estados Unidos todavía líder, pero cansado; Asia, desbordada y Europa, derrotada? R Dependerá de los europeos. Ustedes disponen de menos recursos y menos territorio, pero Japón tampoco los tiene. Honestamente, creo que es un partido que hay que jugar. Y que va a depender de los europeos y de lo valientes que sean. En estas cosas, el destino no está escrito de antemano.