La Haya aceptaría elevar los estándares contra la ingeniería fiscal si todos los países se mueven en la misma direcciónJean- Claude Juncker está bajo una fuerte presión política para probar su renacido compromiso contra la evasión fiscal. Tras prometer avanzar en la armonización del impuesto de sociedades y el intercambio de información, la nueva Comisión Europea (CE) que lidera empezó ayer a moverse contra la ingeniería fiscal al señalar que el arreglo entre Starbucks y Holanda puede suponer una ayuda de Estado contraria a la legislación comunitaria. Según fuentes del Ejecutivo comunitario, el sistema holandés permitió a la principal cadena de cafeterías del mundo rebajar los beneficios sujetos a impuestos. Si la resolución final llega a la misma con- clusión, Starbucks estaría obligada a devolver esta ayuda ilegal que, según los cálculos de la agencia Reuters, no llegaría a los 20 millones de euros. Según Bruselas, las autoridades del país permitieron que la multinacional creara una subsidiaria (Starbucks Manufacturing EMEA) que declaraba los beneficios equiparable al porcentaje de sus gastos. Sin embargo, la mayoría de los costes quedaban excluidos, ya que entre ellos quedaban fuera el coste de los granos de café ya que, según las autoridades, el café pertenecía a otra compañía subsidiaria. Por su parte, la Comisión argumentó que el café aparece incluido en el balance de Starbucks Manufacturing EMEA. "La opinion preliminar de la Comisión es que los acuerdos de precios a favor de Starbucks Manufacturing EMEA constituyen un caso de ayudas de Estado", dijo un representante del Ejecutivo comunitario. El ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem, mostró ayer su apoyo a "más estándares internacionales en el campo de los arreglos fiscales". "Elevemos los estándares, y hagámoslo juntos", dijo, añadiendo que más transparencia ayudaría a evitar la evasión de impuestos. Éste es el primero de los casos que la nueva Comisión tiene sobre la mesa relativos a estos arreglos fiscales, que también afectan a Irlanda con Apple, o Luxemburgo, con Amazon. Sin embargo, la pila de casos podría ser mayor después de que se desvelara que más de 340 empresas apenas pagaron impuestos en Luxemburgo, gracias a las ventajas fiscales ofrecidas bajo las dos décadas de Gobierno de Juncker.