El organismo había marcado una horquilla de 2.500-3.500 millones y se queda en 3.200No era un buen día para acudir al mercado a buscar financiación. Pero el Tesoro Público español tenía marcada en su agenda una colocación de deuda a 10 y 15 años que debía culminar ayer. No quiso cancelarla, aunque después de mucho tiempo no emitió el importe máximo que se había propuesto. El organismo encargado de emitir la deuda pública española captó 3.203 millones de euros, cuando la horquilla fijada para la subasta se situaba en los 2.500-3.500 millones. Esto no gustó demasiado al mercado. Los inversores reaccionaron acentuando las ventas de bonos, que dispararon el riesgo país. Pero, ¿qué llevó al Tesoro a no alcanzar el máximo del rango como habitualmente? ¿No había inversores dispuestos a comprar tras el nerviosismo de la sesión anterior? En teoría hubo demanda para cubrir la oferta. Los inversores realizaron peticiones por valor de 4.933 millones, aunque esta cifra fue más ajustada que otras ocasiones. A principios de este mes, el Tesoro también colocó bonos a 10 años, junto a títulos a 5 años, y recibió una demanda superior a los 8.000 millones. Fuentes cercanas a la colocación explican que el motivo para no adjudicar esos 3.500 millones estuvo en el coste. El organismo era consciente de que en un día como el de ayer el precio podía dispararse mucho y, de hecho, en los títulos a 10 años tuvo que desembolsar un interés mayor. Pagó un 2,196 por ciento, frente al 2,075 por ciento de la última subasta, en la que había logrado un mínimo histórico. Por este motivo y porque lleva adelantado su calendario de financiación -reúne un 93,6 por ciento de lo planeado- optó por quedarse corto. "No había necesidad de pagar un sobreprecio, para eso precisamente se fija el objetivo dentro de un rango", explican esas fuentes. Sí logró bajar la rentabilidad del bono a 15 años, que no emitía desde julio: pasó del 3,5 al 2,84 por ciento. No obstante, los inversores reaccionaron negativamente. El interés de la deuda a 10 años llegó a subir al 2,417 por ciento, su nivel más alto desde agosto. Aunque al cierre el rendimiento se relajó al 2,21 por ciento. Con todo, el día se saldó con un alza desde el 2,11 por ciento anterior. Algo similar ocurrió con la prima de riesgo española. Llegó a subir más de 30 puntos básicos, hasta 169, para acabar en 140 puntos.