Deja atrás la fase de pruebas y abrirá el servicio a todo el público este mismo mesLa industria financiera, las telecos e, incluso, firmas ajenas al mundo de los medios de pago llevan años convencidos de que el futuro dispositivo para abonar compras y servicios está en los teléfonos móviles, donde alojamos gran parte de nuestra vida (fotos, documentos, nos informamos o resolvemos tareas de trabajo). Tras años de ensayos, primero en tecnología y luego pequeños y grandes laboratorios para probar el invento en comercios y con clientes reales, llegan los lanzamientos comerciales masivos. Bankinter abrirá su servicio al gran público en la primera quincena de este mismo mes, apoyado con campañas de publicidad para difundirlo. Será el primero en abrir de forma masiva un sistema que convierte, de verdad, el teléfono en una tarjeta bancaria con solo instalar un software de una forma tan simple como descargarse la aplicación de Whatsapp. Bastará con buscar la solución en una tienda de Google, Apple o Android, vincular una cuenta corriente del banco, registrar las tarjetas de débito y crédito a las que se cargarán los pagos y usarlo en tiendas con terminales preparados. El plan inicial de Bankinter era calar pronto en 50.000 de sus más de medio millón de clientes y escalar después a 150.000. La razón es que el perfil medio de sus clientes es el de un usuario intensivo de tecnologías, habituado a sus innovaciones, pero solo alrededor del 10 por ciento dispondría de dispositivos con la tecnología NFC (Near Field Communication) necesario. En el mercado proliferan soluciones similares, aunque en estadios previos. Solo abiertas a colectivos limitados o zonas determinadas en etapa de prueba; o en una fase tecnológica intermedia, como son las tarjetas sin contacto (contacless), que validan el pago con solo aproximar el móvil al terminal de la tienda. El plan de estas entidades es habituar al cliente antes de dar el salto definitivo donde el teléfono se convierta en la billetera real. La industria espera que 2014 marque el punto de arranque del pago con dispositivos móviles en España. Si bien, para que eclosione, deben extenderse más los smartphones con NFC y la adaptación de los lectores instalados en tiendas (el 40 por ciento tramitan pagos con NFC). BBVA y Caixabank han dado también pasos definitivos con enorme éxito. BBVA Wallet ha alcanzado los 250.000 usuarios en ocho meses y el banco espera que hasta un millón se hayan bajado la aplicación este mismo año. Su arranque ha sido en la modalidad contactless y para fomentar el uso, lanzó este verano campañas con descuentos del 10 por ciento en las compras. El pago por proximidad es también la funcionalidad elegida por Caixabank para empujar la propuesta, creada hace un año en alianza con Telefónica, Vodafone y Orange. La herramienta de Bankinter está diseñada al margen de las operadoras para que funcione con todas y va un paso más allá porque convierte directamente el smartphone en la billetera. Su solución permite al móvil entrar en diálogo con el terminal de la tienda mientras se guarda la cola, para dar el ok al llegar a caja si se aprovecha la espera para seleccionar la tarjeta donde cargar el abono. Genera una tarjeta virtual que permite además hasta diez operaciones sin conexión a internet.